La silla vacía

Como prolegómeno a la cita de este lunes en Riojafórum, la presidenta Concha Andreu se reunió la pasada semana con una delegación del PR+, formación que carece de representación parlamentaria. Una reunión tan legítima como desconcertante. Una sutil manera de ningunear a los partidos ... que sí ocupan escaños en el Legislativo, el PP, señaladamente, como principal representante de la oposición. Un desplante al que respondió el PP con otro de escala superior, ausentándose de la convocatoria donde sí estaban no sólo las demás fuerzas políticas de la región, sino los llamados agentes sociales. Una decisión sorprendente, que no comparten algunos dirigentes consultados por este periódico. Porque llega desde un partido acostumbrado a tener responsabilidades de Gobierno que además aspira a recuperar, mediante esta política de tierra quemada. Que puede deparar réditos electorales el día de mañana, embarrando el terreno de juego, a costa de que salga perdiendo la convivencia. Una curiosa estrategia por parte de las mismas siglas que acumularon tanto poder en La Rioja y que más de un vez incurrieron en este feo hábito de Andreu (ignorar al otro) que hoy critican José Ignacio Ceniceros y su equipo, tal vez porque siguen sin sentirse concernidos por esa manera de gobernar que tenía otro nombre y otro apellido.