«Para una semana no merece la pena mover a toda la familia»

Ahora ella, su pareja y sus dos hijos lo tienen asumido, pero les dio más pena en verano, época en la que acostumbran a regresar y pasar un par de semanas con la familia, pero «no hemos podido ir a visitar a los abuelos, y me da pena porque no los veo desde el verano de 2019 y no creo que los vea hasta el de 2021». «Mis padres son mayores y me gustaría pasar más tiempo con ellos, pero no es factible. Mi padre es población de riesgo y no me atreví. Puedes hacerte una prueba PCR, dar negativo, y después contagiarte en el metro o en el avión», reconoce Débora.

Ahora en Inglaterra 20 millones de personas están confinadas, entre ellas esta logroñesa y su familia, si bien a distintos niveles, aunque en el cuarto, en el que se encuentra Débora, «solo están abiertas las tiendas de productos esenciales y no podemos juntarnos con otras familias dentro de las casas y, en los parques, solo con una persona de otra 'burbuja'», explica. Como la hostelería fue lo primero en cerrar, ahora están en ERTE, y el panorama aún se ha complicado más: «Se ha juntado la pandemia con la Navidad y la inminente salida de Europa y los supermercados están vacíos». Para colmo, la nueva cepa del coronavirus ha provocado la cancelación masiva de vuelos y trenes en Gran Bretaña y hasta ha afectado al transporte en carretera. Solo Inglaterra acumula ya 1.804.923 contagios y 59.613 muertes por COVID-19.