Sánchez apela a la unidad para «no dejar a nadie atrás, ni personas ni territorios»

No ha olvida el presidente a los fallecidos, «miles y miles de compatriotas a los que tenemos en nuestro recuerdo y son una fuente de inspiración y una motivación para hacer las cosas bien», para recordar que «la emergencia sanitaria nos obligó a hacer algo inédito, a confinarnos, lo que la convirtió en una emergencia económica y social».

Tras destacar que «después de la resistencia vino la reactivación económica y ahora debemos enfocarlo a la recuperación», se ha mostrado convencido de que esta Conferencia de Presidentes «debe de ser un buen punto de apoyo para impulsarla y para que dentro de unos años, cuando acabemos definitivamente con esta maldita pandemia, los pilares del crecimiento económico que tengamos ahora sean mucho más sólidos».

También ha recordado que no se puede olvidar la emergencia climática y, en este sentido, ha defendido la necesidad de abordar también las transformaciones económica y digital. «Tenemos que hacerlo desde un punto de vista inclusivo y, todo, ello con dos elementos muy importantes, la igualdad de género y la cohesión. Esta recuperación tiene que ser inclusiva, no puede dejar a nadie atrás, no solo a las personas sino tampoco a los territorios». Por ello, ha señalado que «si pedíamos a Europa que el Mercado Único no implicara como consecuencia de la pandemia una quiebra entre los países ricos y pobres, evidententemente no puede haberla en nuestro país, no puede haber comunidades de primera y de segunda, todos tenemos que ir al mismo nivel y con las mismas oportunidades».

En cuanto a la pandemia, Sánchez ha mostrado su comprensión con la «angustia de muchos ciudadanos por los rebrotes», pero les ha recordado que «hoy España está mejor preparada que en marzo, esa responsabilidad la asumimos en primera persona todas las instituciones que estamos aquí, pero quiero hacer un llamamiento a la responsabilidad individual, porque el virus no se transmite por instituciones, sino por personas y por ello la mascarilla, el lavado de manos y la distancia tienen que ser los ejes que definan nuestra conducta social hasta que, esperemos que dentro de muy poco, la ciencia nos alegre la cara con el remedio en forma de vacuna».