La Rioja se inclina por computar a los niños en el número máximo de comensales en Navidad

Así se desprende de las primeras hipótesis que maneja la Consejería de Salud, cuya titular, Sara Alba, acudió el miércoles por vía telemática a la conferencia entre autonomías que, bajo la coordinación del Ministerio de Sanidad, reflexionó sobre estas cuestiones de la estrategia nacional contra la pandemia. Según ha podido saber este periódico, de momento el Gobierno riojano se adhiere al acuerdo que salió de esa reunión, consistente en adoptar una serie de normas de obligado cumplimiento en todo el país. Una idea que, sin embargo, choca contra la evidencia de que la propagación del virus en unas provincias respecto a otras limítrofes dista de ser idéntica y que, por lo tanto, se pudieran introducir matices en la normativa naciona que acepte esas diferencias. «Coherencia» es la palabra que esgrime Salud para dotar de sentido las medidas que se adopten a escala de toda España:coherencia en el sentido de evitar que broten oasis, por ejemplo alrededor de La Rioja, donde se tolere una interpretación más relajadas de la estrategia que finalmente se acuerde.

Para evitarlo, el Gobierno riojano apuesta por fortalecer una toma de postura común al menos con las regiones cercanas. No sólo con las autoridades vascas, sino también con las de Navarra y Aragón, con cuyos responsables sanitarios existe una fluida y constante comunicación. En la línea de evitar, por citar un caso que pudiera ocurrir, que el toque de queda en las autonomías vecinas se decrete a una hora distinta en cada cual, favoreciendo por lo tanto los desplazamientos de una región a otra en Nochebuena, Nochevieja o la víspera de Reyes.

En esta misma línea de dotar de racionalidad al conjunto de medidas, en La Rioja se descarta por completo, como ya se había avanzado desde el Palacete días atrás, que se puedan celebrar las populares cabalgatas de Reyes. Es una conmemoración que cada municipio de la región ha ido adaptando a la lógica de la lucha contra la pandemia, bien prohibiendo los desfiles o imponiendo límietes como los anuncidos en Logroño, donde la llegada de los Reyes a Las Gaunas será esta vez con las gradas vacías.

También están vetadas las cenas de empresa, un hito muy extendido en las fechas previas a la Navidad. Sólo se permitirán las que respeten la normativa vigente (limitadas por lo tanto a seis comensales), igual que se actuará para impedir otras actividades donde se tema que puede concurrir un número de personas por encima de lo permitido. Normas que, en todo caso, deberán someterse al acuerdo que se alcance entre Gobierno central y autonomías el próximo miércoles, cuando se vuelva a reunir el consejo interterritorial. Sobre la mesa, ministro y consejeros tendrán el informe de carácter técnico que debe elaborar el equipo encargado de cartografiar esa estrategia de índole nacional para combatir el virus y evitar su propagación en Navidad. Cuyo principal mandato, como se recuerda desde la Consejería de Salud, se tiene que dirigir a justificar «con datos» las medidas que se ipongan al conjunto de los españoles. «Todo lo que no sea una directriz nacional», alegan desde la Consejería, «se acaba convirtiendo al final en un brindis al sol».