Los riojanos dicen hoy adiós a las mascarillas en la calle tras 48 días y más de 39.000 contagios

La medida, no siempre bien entendida por la mayor parte de la ciudadanía e incluso rechazada por muchos expertos, ha permanecido vigente durante 48 días, un periodo en el que la obligatoriedad de las mascarillas también al aire libre no ha sido capaz de contener el tsunami de contagios provocado por la variante Ómicron. Sin posibilidad de intuir siquiera su incidencia real, solo la cifra de contagios sí detectados en La Rioja en ese periodo es disparatada: más de 39.000 casos notificados al Ministerio de Sanidad, cuando la estadística en los 48 días anteriores había sido de 6.803.

Con la suave pero constante desescalada tanto en las restricciones estatales como regionales, la comunidad afronta el futuro inmediato con la esperanza de superar definitivamente los zarpazos de una sexta ola que vuelve a dar muestras de su repliegue diario.

El número de nuevos positivos notificados ayer por Salud al departamento que dirige la ministra Carolina Darias fue de 391, que elevan el global durante la pandemia a 85.869. La incidencia acumulada a 14 días se sitúa en la comunidad en 1.496,27 casos por cada 100.000 habitantes (-66,29), inferior a la media nacional, ayer en 1.692,52; y la tasa semanal, en 639,78 (+7,19) frente al 604,85 del conjunto del país.

Con todo, lo mejor es la estabilización en las consecuencias más graves de la nueva embestida del SARS-CoV-2. La estadística más dramática, la de los fallecidos, permaneció ayer intacta por segunda jornada consecutiva después de un doloroso comienzo de año en el que el virus se ha cobrado la vida de 45 riojanos –38 en enero y 7 en lo que llevamos de febrero– que hacen aún más difícil de digerir la terrible factura que ya suma la crisis sanitaria desde su estallido en marzo de 2020, con 894 muertes, 326 de ellas de residentes en centros de mayores.

Ese es precisamente otro de los ámbitos en el que la esperanza parece vencer también poco a poco a la inquietud. Las nueve residencias afectadas, una menos que el día anterior, computaban ayer 129 casos positivos, doce menos que la víspera.

La trinchera hospitalaria también parece esquivar el riesgo de un nuevo incremento de la presión asistencial. Según detalló ayer la Consejería de Salud en su informe diario, el número de pacientes COVID ascendía a 43, uno más que el martes. De ellos, 36 permanecían ingresados en planta, todos ellos en el hospital San Pedro, ya que Fundación Hospital de Calahorra se mantuvo por segunda jornada consecutiva limpia de atendidos por COVID. Mientras, en la Unidad de Críticos del complejo logroñés el número de ingresados por coronavirus era ayer de 7, uno más, lo que mantiene bajo control la ocupación de un área que, además, atendía a 26 afectados por otras patologías (+10).