El virus suma 11 muertes más pero relaja su presión sobre los hospitales

Decir que la evolución general es positiva y que, a la vez, se registró este miércoles el mayor número de nuevos positivos en un día puede sonar paradójico, pero es así. Cierto, hubo ayer 459 «nuevos» contagios, con lo que la pandemia ha alcanzado a 3.916 riojanos desde el inicio de la crisis. Pero este aumento tan inusitado de casos tiene que ver con una diferencia de criterio 'contable'. Hasta el momento no se incluían en los datos los resultados de los llamados «test rápidos», realizados sobre todo en residencias de ancianos.

Ahora sí. Y así han entrado de golpe 377 positivos de este tipo. Los positivos «tradicionales», los de PCR, serían hoy por tanto 82. En cualquier caso, esa nueva manera de contar supone elevar el 11% en un solo día las cifras de positivos.

Pero esta cifra no tiene por qué ser una mala noticia. En realidad, como aclaraba el portavoz del Ejecutivo, Chus del Río, 374 de esos nuevos positivos son de personas asintomáticas. Estos test detectan los anticuerpos con los que el cuerpo reacciona al virus, por lo que en estos casos se trata de personas que ya han superado la enfermedad, aunque ahora entren a formar parte de las estadísticas. Pero así se conoce algo mejor la realidad del virus, sobre todo en las residencias de ancianos, y eso es siempre buenas noticias.

Eso sí, la nueva estadística destroza las comparaciones con los días pasados. Y las curvas que se mostraban en una esperanzadora «meseta» (sobre todo la de positivos totales) de repente se dispara. De todos modos, los nuevos positivos asintomáticos no se consideran casos «activos» (por esa convicción de que han superado la enfermedad) con lo que esa curva no empeora demasiado. Ahora es de 1631 casos activos.

Que los nuevos casos contabilizados no suponen una escalada en la pandemia se demuestra por la evolución del resto de indicadores. Así, los datos de Salud hablan también de 69 nuevos curados. Un total de 1.654 personas han superado la enfermedad, lo cual también supone cruzar un umbral: ya hay más personas curadas de las que siguen teniendo el COVID-19.

En todo caso, hay de nuevo un muy buen dato en cuanto a las hospitalizaciones: 25, otra vez cifras muy bajas. Y ningún ingreso nuevo en la UCI.

Así, la ocupación de los hospitales sigue bajando día a día. Hoy hay 286 pacientes con COVID-19 en los centros sanitarios riojanos, y son 17 menos que ayer. Y sólo 20 en UCI, porque ha habido dos altas de la Unidas de Medicina Intensiva. Uno de ellos, por cierto, es el paciente que fue trasladado desde Soria hace unos días.

Estos pacientes se distribuyen así:

- Hospital San Pedro: además de esos 20 de la UCI (que tiene capacidad para 45 pacientes de COVID-19), hay 187 en planta. Como sigue descendiendo el número, se van «liberando» los controles que se habían ido dedicando a esta pandemia. Ayer 'cayó' el 2A, y hoy el 4B. Aún así, siguen dedicados a la enfermedad 9 controles en las plantas 3, 4, 5, 6 y 7 del San Pedro.

- Hospital de La Rioja: 14 pacientes

- Hospital de Calahorra: 21 pacientes, de los que tres aún son sólo sospechosos.

- Los Manzanos: 44 pacientes.

Y en el CRMF de Lardero hay 36 personas ya dadas de alta, que esperan allí el final de su cuarentena.

Más allá de estos saltos casi «contables» en el número de positivos por el COVID19, la peor cara del virus en La Rioja la sigue dando la mortalidad. De nuevo una cifra muy similar a las anteriores (11 fallecidos), en una tendencia que no consigue descender. Son 75 muertos en la última semana, una cifra empujada por la mortalidad en las residencias de ancianos. Hoy, por ejemplo, 7 de los 11 fallecidos se contagiaron en residencias de ancianos.

Los fallecidos de hoy son 4 hombres y 7 mujeres. 9 de ellos eran de avanzada edad y con factores de riesgo; otro, aunque fuera de avanzada edad, no presentaba patologías previas relevantes. El undécimo caso es de una mujer de mediana edad que tampoco tenía patologías previas.

De todos modos, al contar mejor los casos e incluir esa bolsa de «incontados», la letalidad de la enfermedad baja. Es decir, el porcentaje de muertes es más real, y desciende de la cota del 7% donde subió ayer.