La Rioja suma un fallecimiento en otro día de retroceso acelerado de la epidemia

La Rioja sumó ayer un fallecido a la lista de víctimas del COVID-19. Con ella, el total de muertes que ha dejado la epidemia es de 354. Además, Salud no contabilizó ayer ningún nuevo positivos detectados por PCR, así que la lista se queda en 4.033.

Se mantiene pues la tendencia de los últimos días en La Rioja, con prácticamente todas las cifras de la COVID en franca mejoría, y con un goteo de muertos que no acaba de detenerse.

La fallecida ayer era una mujer de avanzada edad, con factores de riesgo previos y que vivía en un centro de mayores. Con ella son ya 203 los residentes de estas instituciones que han perdido la vida, el 57,3% del total de los fallecimientos.

Lo que sigue igual de fuerte es el número de pacientes que se curan cada día. Ayer fueron 88. Y con ello, los enfermos de COVID-19 que hay ahora mismo en La Rioja vuelven a bajar mucho: son 303.

Ayer sí aumentó ligeramente el número de ingresados, pero dentro de la contención general en las últimas fechas: fueron 5 en todo el miércoles. Esos cinco, eso sí, hacen que la cifra pase uno de esos umbrales que casi nadie se imaginaba al inicio de esta crisis: con ellos, ya son más de 1.500 riojanos los que han tenido que ser hospitalizados por el COVID-19. Exactamente, 1.504.

Pese a esos cinco ingresos de ayer, esta mediodía los hospitales riojanos ya habían bajado su ocupación. Ahora mismo, según explica el Gobierno de La Rioja, hay 32 personas ingresadas en los centros sanitarios riojanos, 4 menos que ayer. Y la UCI sigue igual, con tres pacientes.

Esos hospitalizados están, sobre todo, en el Hospital San Pedro de Logroño, que tiene a 24 pacientes en planta y tres en la UCI. Hay otros dos ingresados en Calahorra y tres más en Los Manzanos.

La novedad del día es que el Hospital de La Rioja se ha quedado, al menos momentáneamente, vacío. El centro más añejo de Logroño se había habilitado para pacientes que, sin recibir todavía el alta, hubieran mejorado en su situación aunque requirieran aún cuidados médicos.

Por el momento, Salud ha deshabilitado el control que mantenía en el Hospital General para pacienes de COVID-19, pero eso no signifca que no pueda habilitarse de nuevo «si es necesario». «Estamos en un escenario de desesescalada que requiere la máxima precaución que requiere que no bajemos la guardia, ni entre los ciudadanos y ni en el sistema asistencial», explican fuentes de Salud.

Mientras, como en todos los últimos días, el número de pacientes dados de alta sigue manteniendo un ritmo altísimo, sobre todo teniendo en cuenta que ya quedan menos enfermos. El miércoles había 392 , y el jueves 89 de ellos recibieron el alta. Es prácticamente una tercera parte de los pacientes en un solo día.

Otra buena noticia la deja el índice R0. Tras dos días de subida fuerte, que le hizo escalar por encima de 1 por vez primera en más de mes y medio, ayer volvió a bajar de esa frontera, hasta el 0,97.

De todos modos, Salud advertía hoy de que ahora mismo el R0 tiene menos significado que antes. Y es que, al utilizar los últimos siete días y haber un número de contagios tan pequeño, cualquier alza o bajada es porcentualmente muy exagerada, y se traslada a un R0 que, así, va a dar en los próximos días más de un bandazo.