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El COVID-19 ha quebrado nuestro día a día, nuestra rutina. Imposibilidad de levantar la verja del negocio, de ir a la escuela o de hacer deporte. Algo en principio secundario pero que puede alterar y alcanzar a nuestra mente. Muchos riojanos y logroñeses acuden ... a él para liberar tensiones, organizar su cabeza y ver el presente y futuro con más determinación. Su componente emocional es indiscutible. Por ello, Logroño Deporte ha puesto en marcha en su portal web una serie de clases 'on line' para que el deporte pueda continuar durante el estado de alarma.
Pero siempre, y ante un escenario que no es el habitual, se deben de tomar ciertas precauciones y conocer varias realidades antes de ponerse objetivos en este mes de cuarentena. De todo ello hablamos con Iván Rivilla, coordinador de Educación Física y Salud de la UNIR. La primera y más básica norma a tener en cuenta antes de atarnos las zapatillas es que nos adentramos en un periodo en el que solo cabe la preservación del estado físico. «Este periodo no es el ideal para ponerse en forma. Lo que sí que podemos hacer es mantener nuestra condición física», reseña Iván.
Para ello, el docente recomienda seguir los vídeos y tutoriales que abundan en internet. Pero sin excesos. «Tenemos que realizar los ejercicios de forma progresiva, media hora al día es una buena rutina». Asimismo, destaca la relevancia de la periodicidad de la realización de unos ejercicios que deben ser suaves para aquellos que nunca hayan pisado un gimnasio. «Moderados y técnicamente sencillos. Es la clave. Si no estamos acostumbrados a este tipo de actividad, corremos el riesgo de padecer agujetas o lesiones», comenta Iván. Algo que daría al traste con uno de los fines de la cuarentena.
Más información: Canal de Youtube de Logroño Deporte.Vídeos #EntrenaEnCasa
Para las personas con un buen estado de forma, Iván recomienda ejercicios con el propio cuerpo: sentadillas, flexiones de brazos, burpees... Series que luego puedan ser aumentadas con el tiempo.
Ejercicio siempre mezclado con una alimentación que debe cambiar. «Es una balanza, ahora vamos a quemar menos, por lo que debemos de regular lo que comamos», asegura Iván.
Ah, queda descartado por cierto, las carreras por el garaje o por las escaleras del vecindario. «No tendría mucho sentido», sentencia. Ya saben, el confinamiento no se discute.
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