–¿En qué momento estamos? El viernes Salud hablaba de un momento «bastante delicado» ¿Qué significa eso exactamente?
– Una pandemia en sí misma es bastante delicada, porque no tenemos control sobre lo que sucede, no tenemos remedio médico para curarlo, y nos tiene bailando a todo un planeta, intentando hacer equilibrios entre lo que no se sabe del COVID y las medidas que vamos a adoptar. Y además, eso ha de hacerse desde el ámbito público, pero con la complicidad de todos los ciudadanos. ¿Qué le pasa hoy a La Rioja, al corredor del Ebro, y qué le está pasando a Logroño? El doctor Pello Latasa, el director general de Salud Pública, epidemiólogo, insiste mucho en no ver las cuestiones con un dato concreto, sino en hablar de tendencias, de dónde venimos y hacia dónde creemos que pueden ir las cosas. Y con los datos, tomar decisiones. A veces nos dicen que demasiado pronto, otras que demasiado tarde. La Rioja no está aislada. La movilidad es un factor brutal para la extensión, y no cortarla hace que se nos descontrole. Logroño no ha estado ajeno a este movimiento. ¿Y qué sucede en Logroño? Las cosas son multifactoriales, no suceden por sólo una cuestión. Pero la ciudad muy probablemente (en una pandemia no podemos dar certezas) esté pagando los resultados de un comportamiento no muy correcto en los 'no sanmateos'. Y esto lo dice el calendario, si miramos las fechas nos sale. ¿Cuál es nuestra preocupación? Tener los datos más fiables posible, y para esto hemos puesto en marcha la campaña de cribado. Y con esos datos tomaremos las decisiones. Nuestra confianza es que podamos contener no tanto la expansión, que también, sino mesetar el dato y tirar de la curva. Lo que necesitamos es manejar unos datos razonables para que la presión sanitaria y asistencial no sufra, y para que podamos seguir atendiendo otras patologías. No sólo hay COVID-19 en nuestra sociedad. Como bien dice el doctor Pello Latasa, hay que ir tirando de esas palancas sucesivas: test masivos, control de los datos, perimetrar dónde se están disparando de manera más concreta, y hacer estas acciones quirúrgicas.
«Logroño está pagando algunos comportamientos no correctos durante los 'no-sanmateos'»
«Intentamos lograr equilibrios, un confinamiento tiene consecuencias muy importantes»
«¿Podremos seguir disfrutando la Laurel? Si se cumplen las medidas, sí. Si no, no»
«Si nos juntamos a comer mucha gente y en sitio cerrado, el virus campa a su libre albedrío»
– Me resulta raro que estemos esperando a tomar otras medidas con los datos que ya tenemos. ¿Qué nos puede contar más este cribado que no sepamos ya? Si hay que confinar la ciudad de Logroño, ¿a qué estamos esperando?
– Es también importante tomar acciones coordinadas. El Consejo Interterritorial del Sistema de Salud acordó una serie de parámetros con una serie de indicadores para poblaciones de más de cien mil habitantes. La ciudad de Logroño entra en este escenario. Estamos controlando al día cada uno de los indicadores. Hemos tomado medidas anticipándonos, porque queremos controlarlo previamente sin llegar a ellos. Si lo que usted quiere preguntarme es que si cumplimos con esos indicadores seguiremos con las medidas, la respuesta es sí.
– Doy por hecho que si cumplimos tomaremos las medidas que dicta el BOE. Pero nadie dice que haya que esperar a 500 casos y no hacer algo con 450. Evidentemente con el cribado va a haber más casos, la incidencia va a crecer y se acercará a 500. ¿Por qué no tomar las medidas ahora en lugar en una semana?
– Nosotros intentamos en el Consejo de Gobierno, o lo conseguimos por lo menos hasta el momento, lograr equilibrios. Tomar una decisión de las características de confinar o de hacer un cierre perimetral tiene también unas consecuencias importantes para otros sectores y para otros ámbitos de nuestra comunidad. Con lo cual, volvemos a la eterna pregunta. ¿Por qué no antes, por qué no después? Nunca nos ha temblado la mano para tomar medidas cuando ni siquiera en otras comunidades o en otros territorios se estaba haciendo. Que no adoptemos alguna medida no significa que no estemos estudiándolas o diseñando ya algunos protocolos, o poniendo en marcha algunos procedimientos. Otra cosa es que no se hagan públicos hasta que no sea el momento de hacerlo. La ciudad de Logroño, como el resto de comunidades, tiene que contener su índice de expansión. ¿Qué nos dicen los datos? Que ha cambiado la manera de contaminarnos. Que el 60% de lo que está pasando en Logroño viene ahora de brotes familiares. Es decir, esa contaminación se ha producido en un ambiente familiar. Es un cambio que se está observando en relación a otros ámbitos de la pandemia. Eso nos permite pensar en cómo dirigir las medidas a que ahí se produzca ese corte del contagio.
Contagio familiar
– ¿Y cómo parar ese contagio familiar? ¿Es 'cortable' de algún modo razonable?
– Sí, claro que lo es. Primero tenemos que comprender lo que pasa. Mire, el Gobierno de La Rioja está haciendo un esfuerzo brutal de pruebas diagnósticas. Una vez que tenemos detectado el caso positivo o el canal de contaminación, damos la orden de confinarse. Ésta es la primera parte de la fórmula. La segunda es que si usted tiene orden de confinarse, tiene que cumplirlo. Tiene que cumplirlo. Porque si no lo hace, usted es un elemento, un ser con patas que va por la calle de manera generosa contribuyendo a que la expansión del virus siga. Cumplir el confinamiento es casi tan importante o más como hacer una gran campaña de cribado. La tercera cuestión: si estamos descubriendo que el mayor número de brotes, ahora, se está produciendo en el ámbito familiar, tenemos que ver qué perfiles de familias son. Si son personas que viven un número importante en las casas, para las que a lo mejor hacer el confinamiento en el ámbito familiar no es tan fácil como parece, que a lo mejor no disponen de dos cuartos de baño o de algunas infraestructuras básicas del domicilio para que esas personas puedan efectivamente hacer bien ese confinamiento en el ámbito familiar... Y si es así, tendremos que tomar medidas para acotar eso. ¿Que hay que ir puerta a puerta? La experiencia de Aragón, y le adelanto algo que queremos hacer, es hacer visitas puerta a puerta, con personal del ámbito de los servicios sociales, acompañados por Policía Local. Comprobando que las personas que estaban haciendo el confinamiento necesitaban algo, estaban bien y efectivamente estaban donde tenían que estar en su periodo de confinamiento. Si eso funcionó allí, eso tendremos que hacer en Logroño.
– ¿Está la comunidad detectando que hay una diferencia social o socioeconómica en el contagio de COVID en Logroño?
– No, con los datos que hay ahora sobre la mesa no podemos afirmar eso. Pero si el 60% del contagio se está produciendo en el ámbito familiar, eso también dice otras cosas, si me lo permite. Una, que el ámbito laboral es seguro. Dos, que el ámbito escolar es mayoritariamente seguro. Todos los casos de contagio que hemos tenido hasta ahora no se han producido en el ámbito escolar, sino en el familiar. Ir al cole es seguro. ¿Cuándo no lo es? En el ámbito familiar. Esa es la parte que nos falta por aprender. Que cuando vamos a casa, que nos relajamos porque estamos en el hogar, nos relajemos personalmente, pero no las medidas de control. Ésa es nuestra asignatura pendiente.
– ¿Se puede interpretar eso como un tirón de orejas a la ciudadanía?
– No. No, no. Y si suena así, no es mi intención. Lo que nosotros queremos contar como gobierno es que si hemos aprendido a hacerlo bien en el trabajo y en la escuela, lo que hay que recordar es que hemos de hacerlo bien todos los días del año, a todas las horas del día, estemos donde estemos. Aunque sea el salón de nuestra casa y sentados en el sofá. Si hacemos un grupo familiar, si comemos un número importante de gente, si nos juntamos en un espacio reducido y con poca ventilación, ahí es donde el COVID-19 campa a su libre albedrío. Ahí es donde está el riesgo ahora.
La Laurel
– Cada ciudad tiene sus particularidades que son complicadas de atacar. A mi particularmente las imágenes que vimos la semana pasada de la calle Laurel me tocaron mucho. ¿Es compatible la manera habitual con la que la gente consume en esa zona con la lucha contra el COVID?
– La respuesta es sí... si cumpliésemos con los condicionantes para hacerlo bien. La respuesta es no si nos saltamos alguno de los requisitos. Claro que se puede. Lo que pasa es que hemos de aprender a hacerlo siguiendo los requisitos. ¿Cómo hacemos esto? En esta gran interrogante de cómo hacerlo bien es donde estamos todos metidos. Éste es un momento maravilloso para reconstruirnos como ciudadanía y pensar más en nosotros, en la primera persona del plural. ¿Podemos ir a la calle Laurel? Sí. ¿Qué tenemos que hacer para poder disfrutarla? Pues cumplir las medidas de seguridad hasta que tengamos o tratamiento o cura o vacuna.
«Nuestra pirámide poblacional ha tenido mucho que ver con lo que ha pasado en La Rioja»
– Aquí me gustaría decir alguna cuestión. Primero, a nosotros nos atacó fuerte desde el principio, muy fuerte. Fue durísimo. Y si lo hicimos bien al principio, confío profundamente en que vamos a saber hacerlo bien ahora. A lo que no puedo contestar es a por qué nos ataca de esta manera a nuestra comunidad. Cuando lo hablamos con los expertos es cierto que la manera en la que configuramos nuestra vida, nuestra manera de relacionarnos con nuestra familia, con nuestros amigos... Somos seres sociales y de calle, de tocarnos y de pegarnos a la dermis del otro y de sentir la proximidad. Además tenemos una población muy envejecida, La Rioja tiene una pirámide poblacional con unas franjas en el tramo por encima de los 65 años muy potentes. En los tramos de máxima fragilidad de personas mayores el COVID ha hecho unos estragos durísimos, brutales. Sí que es cierto que hemos seguido todas y cada una de las indicaciones que la Organización Mundial de la Salud nos dio. Al pie de la letra, a pies juntillas. Pruebas masivas desde el principio, ampliar al máximo nuestra capacidad asistencial. En el seno del Consejo Interterritorial se ha llegado al acuerdo de hacer una evaluación en profundidad de lo que se ha hecho en todos y cada uno de los territorios. Sólo así seremos capaces de aquellas cosas que hicimos bien reforzarlas, y aquellas cosas en las que no estuvimos atentos o se nos pasaron y no se nos tenían que haber pasado, que no vuelva a suceder. Pero sí creemos que nuestra pirámide poblacional ha tenido mucho que ver en este caso. Pero las cosas no son unifactoriales.
– Si tuviera que arriesgar una predicción, ¿qué porcentaje de posibilidades hay de que se confine Logroño? ¿La consejera cree que es un escenario muy probable?
– La consejera quiere creer que vamos a controlar la curva y que no va a ser necesario tomar mas medidas. Esto es en lo que quiero creer. Soy más de esperanza; hay que agotar todas las posibilidades. Tenemos unos días, vamos a hacerlo bien, vamos a tirar de esa curva.
–– Entrevistamos al doctor Latasa la pasada semana, y fue sombrío con respecto al pronóstico de aquí a unos meses. ¿Nos comeremos las uvas con mascarilla?
– Nosotros consideramos que las reuniones familiares tienen que estar reducidas en número. Con los datos que tenemos ahora, hay que seguir extremando las precauciones.
– En Navidad incluido.
– Prácticamente seguro que sí.