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Hugo Aguirre, como todos los años, tenía previsto volver a casa por Navidad. Es una especie de ritual familiar desde que se marchó a vivir primero a Inglaterra y desde hace unos años a Estados Unidos, en donde trabaja para Sony en las entrañas de ... su Play Station. «Es una fecha importante para la familia porque nos reunimos y siempre vamos», recuerda. En su caso, hay dos factores que le han hecho tomar la decisión: por un lado, las políticas migratorias de Donald Trump; por otro, las cuarentenas tanto en la ida como en la vuelta.
«En mi empresa me han dicho que no habría problema, pero se activó la medida proteccionista de que quien tuviera visado de trabajo y salga del país quizá no pueda volver a entrar», explica Aguirre sobre una decisión en la que también ha influido una necesaria cuarentena de dos semanas en México antes de poder volver a entrar en Estados Unidos. «Es un poco duro. Siempre piensas que ojalá pudieras pasar la Navidad en las Bahamas, pero cuando es por obligación...», añade sin completar la frase.
Teletrabajando desde la irrupción de la pandemia, Hugo y su parejan han aprovechado para recorrer parte del país y pasarán la Navidad en Charleston (Carolina del Sur): «He encontrado una tienda de productos españoles y ya he hecho un pedido de embutidos para celebrarlo. Pondremos algún ordenador en la mesa y nos conectaremos para compartir la cena de Navidad, que con el cambio horario (seis horas menos) coincide más o menos con la hora de comer aquí».
«Afortunadamente, las nuevas tecnologías nos permiten estar en contacto con la familia, aunque sea en la distancia», completa.
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