«Lo que peor llevo es no poder abrazar a mi nieto»

Alcalde, bancario, sindicalista, periodista, berceísta y, sobre todo, logroñés, muy logroñés. Tomás Santos sobrevive al confinamiento entre paseos por el Camero Nuevo, lecturas y mucha nostalgia por no poder abrazar a Rodrigo, su nieto. Se le hace duro al ciudadano Santos no poder pasear por las calles de su Logroño y saludar a la ermita de San Gregorio, a la que tan bien cantó el incomparable Pepe Blanco «chiquitita, chiquitita».

– Y vamos ya a por la tercera semana. ¿Cómo está llevando este confinamiento?

– Con resignación. Sin salir de casa, esperando que acabe pronto esta tragedia mundial.

– ¿Es usted de rutina durante estos días o funciona según lo que le pida el cuerpo?

– Mantengo una rutina, es necesario. Me despierto a eso de las nueve y desayuno mientras leo Diario LA RIOJA. Y luego me doy unas veinte vueltas por los Cameros con Asun (su mujer).

– A ver, a ver. Cómo que se da una vuelta por los Cameros...

– Sí, te explico (risas). En cada puerta de casa hemos puesto un cartel con el nombre de un pueblo de los Cameros: Torrecilla (donde Tomás y Asun tienen una casa), Nestares, Nieva, El Rasillo... Así que todos los días paseamos de un pueblo a otro.

– Una manera original de no olvidar su otra casa.

– Sí. A lo tonto estamos tres cuartos de hora de aquí para allá.

– ¿Y mantiene los ejercicios físicos que realizaba semanalmente?

– Sí, lo mantengo. Por la tarde, dentro de los deberes, realizo media hora de ejercicio. Conviene no dejarlo.

– Supongo que se habrá subido al carro de la tecnología para poder hablar con sus hijos.

– Pues sí, con la ayuda de Asun que es más lista (risas). El que más nos preocupa es Álvaro, que está trabajando en Dakar (Senegal), donde andan con toque de queda y el coronavirus está creciendo. Hablamos casi todos los días y está bien.

– ¿Y con el mayor?

– Diego está en Logroño. Y también hablamos a diario.

– Además tiene doble motivo para conectar con casa de Diego...

– Sí. Todos los días nos conectamos para poder ver a nuestro nieto Rodrigo. Lo más duro del confinamiento está siendo no poder abrazar a mi nieto. Hemos pasado de estar con él todos los días a no poder abrazarlo. Y se hace duro.

– Usted es un gran amante de la lectura. ¿Con qué anda en estos días?

– Tengo dos libros empezados. Uno es de Almudena Grandes, 'Los besos en el pan'. El otro es de David Jiménez, 'El director'. Además estuve en la presentación que hizo en Logroño y me escribió una dedicatoria muy cariñosa: «Para Tomás con mucho cariño. La política y el periodismo se parecen. Ambos necesitan el coraje de decir no. Gracias por tu servicio a Logroño».

– ¿Cuántas veces le ha dado vueltas en la cabeza a qué hubiera hecho usted si le hubiera tocado esta situación estando en la alcaldía?

– Es una situación difícil, muy difícil. El primer día le llamé a Pablo (Hermoso de Mendoza) para decirle que me tenía a su disposición.

– Son momentos en los que todo el mundo sabe lo que hay que hacer y cómo salvar al mundo.

– Son momentos duros pero creo que Pedro Sánchez lo está haciendo bien. No es nada, nada fácil estar en su piel. Y la consejera de Salud del Gobierno de La Rioja, con la que me une una especial amistad porque fue presidenta del pleno en mi legislatura, lo está haciendo muy bien.

– ¿Qué reflexión le merece esta situación que vivimos?

– Creo que son momentos de estar unidos para salir de esto antes y más fuertes.