El País Vasco activará la emergencia sanitaria tras avalar el Supremo el pasaporte COVID

Con la entrada en vigor, en los próximos días, de esa emergencia sanitaria lo hará también el paraguas jurídico que permite la implantación de nuevas restricciones para contener la propagación del virus. La Consejería de Salud de la comunidad vecina no ha querido avanzar hoy qué limitaciones se van a implantar, pero puede servir de referencia la anterior emergencia sanitaria decretada por el Gobierno vasco, que centró buena parte de sus medidas en el sector hostelero: mantuvo el ocio nocturno cerrado o con férreas limitaciones durante muchos meses, prohibió el consumo en barra o limitó el número de comensales por mesa. También es posible profundizar aún más en las restricciones ya existentes desde hace dos semanas para limitar y suspender la celebración de mercados, ferias y otros eventos en los que se den aglomeraciones y no se garantice el mantenimiento de las medidas preventivas básicas.

La situación sanitaria en el País Vasco no es comparable a la de La Rioja, pues los principales indicadores se encuentran ahora mismo disparados al otro lado del Ebro. Por ejemplo, la incidencia acumulada a 14 días en el País Vasco es hoy de 484, mientras que en La Rioja apenas llega a los 200. No obstante, los muchos meses de pandemia que ya arrastramos nos han enseñado que el virus no entiende de fronteras y que las condiciones de una determinada comunidad autónoma suelen acabar extendiéndose a las limítrofes.

La Rioja, de momento, no ha decidido qué hacer respecto al pasaporte COVID, ya en vigor en seis comunidades autónomas. El pasado 17 de noviembre, el portavoz del Ejecutivo regional, Álex Dorado, aseguraba que el Gobierno de La Rioja no se planteaba el pasaporte; el día 23, la presidenta Andreu declaraba que el Ejecutivo iba a consultar con el Tribunal Superior de Justicia de La Rioja la posibilidad legal de implantarlo; un día más tarde el Consejo de Gobierno decidía no hacer esa consulta a los jueces; y el pasado viernes la consejera de Salud, Sara Alba, aclaraba que el pasaporte COVID seguía estando «en nuestra agenda».