La ocupación hospitalaria baja hasta las 116 camas

La Rioja vive, en estas jornadas previas al inicio de las fases oficiales de la desescalada, los mejores días de la pandemia. En cuanto a su expansión, en cuanto a la presión hospitalaria, en cuanto a las personas que superan el COVID-19 y también, por fin, en cuanto a la mortalidad. Porque la del COVID-19 sigue bajando en La Rioja. La comunidad Rioja llegó este jueves a los 333 fallecidos por coronavirus, tras sumar un fallecido más a la cuenta de víctimas mortales.

El fallecido era un hombre de avanzada edad y con factores de riesgo previos. Y se contagió en la residencia de ancianos en la que vivía: esos centros han registrado ya la muerte de 190 de sus residentes, el 57% del total.

Salud consignó otros 18 contagios, un número sensiblemente contenido, a una cifra total que alcanza los 3.936 desde que comenzó la epidemia en La Rioja.

Y además, mientras hubo 9 ingresos en los hospitales riojanos en todo el jueves, por otra parte 61 riojanos recibieron el alta, otra cifra bastante alta.

De ese modo, la cifra de casos activos ahora mismo (los que realmente tienen la enfermedad COVID-19 en La Rioja a fecha de hoy) vuelve a caer: ya son 1.383.

El número de pacientes de COVID-19 en los hospitales, mientras, sigue cayendo con un ritmo muy esperanzador. Según los datos del Gobierno de La Rioja, que corresponden a primera hora del viernes, hay 116 pacientes ingresados por esa causa, 25 menos que ayer.

De seguir con la tendencia actual, los hospitales riojanos bajarán mañana o pasado de los cien ingresados por esta causa, un hito para la lucha contra esta crisis sanitaria global.