El ocio nocturno regresa a la actividad con «temor» y con expectativas «poco optimistas»

Y es que, aunque la mejora epidemiológica les haya permitido reabrir sus negocios, consideran que «todavía hay mucho miedo, y posiblemente se haya producido un cambio de costumbres en los riojanos, pero esto no lo podremos comprobar hasta dentro de unos días».

El principal temor del representante de la patronal es, por tanto, que sus clientes hayan cambiado de hábitos, lo que condiciona, y en gran medida, la continuidad del sector. «Esta noche y el fin de semana comprobaremos si hay afluencia de clientes o si, por el contrario, ahora acostumbran a quedarse en casa», manifiesta preocupado. Un temor que, asegura, sienten desde las pasadas Navidades, «cuando empezamos a notar menos gente en la calle y, en general, nos encontramos con una capital riojana que, a las 21.30 horas, estaba vacía».

No obstante, Cendra asegura que, hasta que no se recupere una cierta normalidad, «no se podrá saber cuál es la situación real del sector en la comunidad». «Preferimos ir viviendo día a día, porque todo lo que digamos es jugar a ser adivinos cuando no lo somos. Pero lo que está claro es que el daño que se ha ocasionado al sector por el continuo cese de nuestra actividad hace que esta se convierta en insostenible, porque no hay empresa o trabajador que pueda soportar tantas aperturas y cierres continuados», concluye.

El presidente de la Asociación de Discotecas y Salas de Fiestas de La Rioja, a raíz de la partida económica de 500.000 euros que ha aprobado esta mañana el Ejecutivo regional para ayudar a los establecimientos afectados por las restricciones del mes de enero, ha resaltado que, si bien esta medida será «positiva», resulta «insuficiente» para el sector. Y es que, a su juicio, «tras el tormento económico que hemos sufrido tras la pandemia y tras la devolución del importe de las entradas de los cotillones en Nochevieja no hay partida económica que pueda compensar todo el daño producido».

De cualquier manera, Antonio Cendra se muestra esperanzado de que, en esta ocasión, «en la que sí que hemos notado una mayor sensibilidad por parte del Gobierno hacia el sector, las conversaciones y promesas lleguen a buen término y acaben cumpliéndose».