Vuelta a las clases en los colegios rurales de los valles del Iregua y del Leza

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En el CEIP Nuestra Señora del Sagrario de Navarrete, con 360 alumnos de la localidad y las vecinas Sojuela, Sotés, Daroca, Hornos y Ventosa, su director, Santiago Sierra, describe que «la entrada ha estado bien, solo con algunos ajustes por hacer en algunos grupos que no han sido tan fluidos como en otros, pero para las 9.11 horas ya estaban todos dentro». «Todos han venido muy concienciados. Tenemos seis entradas y hemos medido la temperatura a todos», apuntaba Santiago Sierra, quien, además, confesaba que «estamos encantados de que vuelvan los alumnos porque los hemos echado de menos, debemos procurar la presencialidad en las aulas porque la escuela proporciona igualdad, en casa la brecha social crece». El director del centro educativo de Navarrete también ha querido agradecer a los padres su apoyo: «Lo han hecho muy bien porque han concienciado a sus hijos, esto es responsabilidad de todos».

En el CRA Cuatro Villas de Agoncillo, que agrupa además a Arrúbal, Ribafrecha y San Román de Cameros, la directora, Carmen García, también declara que han estado «tranquilos, sin sobresaltos». «Al ser pocos niños, la entrada ha sido fluida. La clase con más alumnos tiene catorce, así que, de momento, si hubiera otro escenario, seguiríamos igual, no haría falta desdoblar auklas», expone la directora. El Cuatro Villas cuenta con 180 alumnos, la mayoría en Ribafrecha (77) y Agoncillo (51).

En Villamediana de Iregua este lunes el Ayuntamiento había restringido el acceso en coche al centro por las calles aledañas para favorecer la movilidad peatonal. Se ha cortado al tráfico la calle Albina Balda desde las 8.50 horas «hasta que se despejen los accesos» y «la zona quede segura». De esta manera, no se ha permitido acceder para estacionar o parar en doble fila. En este centro, que está en plena fase de ampliación, estudian 720 alumnos. Marta Ezquerro, presidenta de la AMPA del CEIP Gonzalo de Berceo, describe cierta saturación en los patios durante la entrada en la primera jornada, por lo que no se ha podido guardar la distancia de seguridad en algunos momentos, «pero no parecía algo caótico». Allí, a los padres de Infantil y 1º de Primaria sí se les ha dejado acceder al patio, aunque se dividían a los grupos por zonas.