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El polémico concierto de La Polla Records que acogió el pabellón Buesa Arena a mediados del pasado diciembre ha acabado en sanción económica. El Departamento vasco de Salud ha multado a la promotora de la gira musical, Last Tour, con 6.000 euros por las « ... infracciones» que se produjeron durante la doble actuación en Vitoria celebrada los días 17 y 18 de ese mes. En concreto, «no exigir a la entrada el certificado COVID digital y la documentación acreditativa, e incumplir la obligatoriedad del uso de mascarilla».
El País Vasco se encontraba en esos momentos en plena emergencia por la pandemia y la sexta ola ya daba señales de la explosión de contagios que se avecinaba y que se ha confirmado durante las pasadas navidades. La normativa sanitaria para esa situación contempla varias sanciones (Ley 2/2021, de 24 de junio) para los posibles incumplimientos, como los que se produjeron en ambos conciertos. El Departamento vasco de Seguridad fue el encargado de firmar la denuncia por lo ocurrido en el Buesa Arena, donde la ausencia de mascarillas entre el público fue generalizada.
Los funcionarios de Juego y Espectáculos del Gobierno vasco constataron el «claro incumplimiento» de la normativa anticovid durante el doble concierto que La Polla Records ofreció a modo despedida. El líder del grupo punk, Evaristo Páramos, empezó su actuación agarrado a una bandera con el anagrama de la Organización Mundial de la Salud (OMS) enmarcado en una señal de prohibido y cedió el micrófono a unas activistas contrarias a la vacunación y a la exigencia del pasaporte covid aunque ese 'espectáculo' no aparece entre las razones que han dado lugar a la sanción económica.
El Departamento vasco de Salud ha decidido imponer la máxima multa a la organización de la gira de La Polla Records, 3.000 euros por cada concierto, ya que en ambos se repitieron los hechos que han motivado la sanción. No se pidió el pase covid, que se había impuesto en Euskadi unos días antes, ni la correspondiente documentación acreditativa y la mascarilla brilló por su ausencia. Lo ocurrido en los dos eventos, que se tipifica como una «infracción grave menor», originó además una cadena de críticas, entre ellas la del diputado general, Ramiro González, que se mostró «avergonzado» por lo que sucedió en el Buesa Arena.
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