«Mi mujer no me ha visto correr y hacer ejercicio hasta ahora»

– Creo que le sorprendo en la huerta.

– Sí, tras cerrar el Moderno nos vinimos directamente a una huertita que tenemos en Albelda. Aquí me encuentro un poco fuera de sitio porque mi vida siempre ha estado relacionada con el mundo del café, de la gente... pero bueno, la mujer y yo estamos juntos y con un perrito precioso, 'West', que es como nuestro chiquillo.

– ¿Y en qué ocupan el tiempo?

– Nos dedicamos a limpiar, arreglar el cuarto de las herramientas, quitar cuatro hierbas, excavar un poco, hacer ejercicio...

– ¿Ejercicio?

– Sí, además ya me dice mi mujer: «no te había visto en la vida corriendo o haciendo una tabla de gimnasia». Aprovecho también a ordenar papeles o me meto en internet y busco cosas que me gustan, siempre relacionadas con el mundo del café. También estoy dentro de las Rutas de los Cafés Históricos Europeos y estoy en contacto con esta asociación. Y gracias a dios tengo canal satélite y veo el Netflix por la noche

– ¿Sigue alguna serie?

– Las series no me han gustado nunca, porque al final de cada capítulo siempre te dejan en lo mejor y si quieres ver el final te pegas cinco o seis horas sin levantarte. Me gustan más las películas

– ¿Y qué cine ve estos días?

– He estado viendo 'Los últimos de Filipinas', que me parece una película preciosa y parece mentira que este país no tenga un reconocimiento con aquella gente que hizo semejante gesta.

– Además recrea una situación de confinamiento similar a la que estamos viviendo ahora.

– Sí, sí... en aquella iglesia. Me gustan mucho las películas históricas pero también veo un poco de todo, desde 'Terminator' a 'Titanic' a 'Pearl Harbor'...

– ¿Y las noticias?

– Estoy continuamente pendiente de la situación nacional y, sobre todo, de cómo están las cosas en La Rioja. También lo hago a través de Facebook buscando noticias contrastadas.

– ¿Secunda los aplausos de las ocho de la tarde?

– ¡Hombre por dios! A las ocho salimos mi mujer y yo a pegar aplausos como locos.

– ¿Desde allí se escuchan los aplausos de Albelda?

– No, estamos apartados, pero nosotros aplaudimos y ponemos música igual. Es que esta gente se lo merece todo, y no solo los sanitarios sino tanta gente que está en primera fila: Ejército, Policía, periodistas...

– ¿Está haciendo estos días algo que no había hecho nunca?

– Pues sí, jamás había tenido tanto tiempo libre para mí.

– Veo que lo lleva estupendamente...

– Hombre, siempre he sido un hombre muy activo y es importante tener la mente ocupada y hacer cosas.

– ¿Es manitas para las cosas domésticas?

– Sí, soy mañoso de siempre. Por ejemplo, aprendí a soldar y si tengo que hacer una verja o se me rompe algo lo sueldo. Te cambio un enchufe de sitio, sé conmutar interruptores... y de esas cosas hago muchas por aquí.

– Y en la huerta ¿qué cultiva ahora mismo?

– Me puse unos bancales y ahí tengo unas lechugas, habas, unas cebollitas... voy poniendo algo a medida que llega la temporada.

– ¿Echa en falta a sus clientes?

– Sí, mucho. El Moderno es como una droga para mí y mis clientes son mi vida; me debo a ellos. El Moderno está vivo por esa gente que va todos los días y, sobre todo, me acuerdo de la gente muy mayor que, claro, se ha hecho mayor en el Moderno. Son clientes fieles desde hace muchos años que pasan por allí mañana y tarde. Hay algunos que comen todos los días en el bar y pregunto por ellos a mi hijo, que está en contacto con muchos.