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Otro movimiento a la baja de la mortalidad, otro día para la esperanza. La cifra de mortalidad en La Rioja volvió a descender de la decena, otra vez a cinco personas, y sigue dando señales (inconcluyentes, por ahora) de querer consolidar un descenso muy esperado. ... Aún así, la cifra de muertos en la comunidad desde que comenzó la pandemia alcanza los 277.
Las cinco personas fallecidas ayer eran todas de edad avanzada, y tenían factores de riesgo patológicos previos. Eran un hombre y cuatro mujeres, y 2 de ellos se contagiaron en la residencia de ancianos donde vivían.
Mientras, otro cambio en el criterio de contabilidad hace más complicado saber si los datos de positivos han subido o bajado. Hasta el viernes, según el Gobierno de La Rioja, se habían acumulado 4.250 casos en la Comunidad. Hoy hay, según esa misma fuente, 3.705.
Intentemos aclarar este aparente contrasentido. Lo que ha hecho el Ministerio, y por tanto el Gobierno de La Rioja, es cambiar la «definición» de caso confirmado: ahora son «los casos detectados por PCR más los detectados por test de anticuerpos en personas sintomáticas».
Es decir, los casos detectados por las pruebas rápidas, pero que no tengan síntomas, y que hasta ahora entraban en el total, ya no se cuentan en los casos confirmados de COVID-19. ¿Por qué? Según el Gobierno, porque esos casos no son enfermos. Para que haya enfermedad, decía ayer el portavoz del ejecutivo, Chus Del Río, citando al doctor Enrique Ramalle, se necesita una «manifestación sintomática» de virus. Es decir, que los portadores asintomáticos no se consideran enfermos, aunque sí cuenten en la cuenta total de positivos.
Contando estos «casos asintomáticos», pero positivos, la cifra ya mantiene la secuencia con las anteriores: 4.330 casos totales, y 80 positivos más ayer.
Pero sin contar a esos asintomáticos, hay menos positivos, 57. Y eliminando de la suma total a todos los que habían sido contados hasta al fecha, el total baja hasta esos 3.705.
Ese '57' sirve al menos para sumar los nuevos positivos que sí tienen la enfermedad de COVID-19 activa. Y es por tanto un buen número, muy lejano a las cifras de hace unos días.
En todo caso, sea cual sea la contabilidad de casos totales, la curva más importante es la de casos «activos», los que realmente tienen la enfermedad a día de hoy, y esa no se ve afectada por los cambios de definición. Hoy, con menos altas y más o menos el mismo número de ingresos, esa curva crece ligeramente (en 13 enfermos), y mantiene así ese lento descenso con altibajos que es la tónica de la última semana y media.
Para saber cómo va la pandemia sin cambios de definición, en fin, habrá que mantenerse fiel los pocos datos que tienen algún sentido estadístico comparable. Por ejemplo, el de las hospitalizaciones. Ése no cambia: las camas vacías no pueden, al menos por ahora, definirse de otra manera.
Y lo que puede decirse de éste y otros indicadores, es que es un día de parón dentro de la tendencia generalizadamente positiva. Por ejemplo, tras varias jornadas de decrecimiento sostenido, ayer subió el número de personas hospitalizadas. Durante el día de ayer 19 personas fueron hospitalizadas, y una entró en la UCI. Pero teniendo en cuenta altas y fallecimientos, el resultado es una pequeña subida en la ocupación hospitalaria, de 4 personas. Así que ahora hay 255 ingresados en los centros sanitarios riojanos, 233 en planta y 22 (los mismos que el viernes) en la UCI.
En cualquier caso, la presión hospitalaria parece consolidada a la baja: los gráficos del aumento diario de hospitalizaciones (tanto en pacientes como en porcentaje) hace tiempo que están muy lejos de los máximos, y aunque con sus altibajos, la tendencia parece más que consolidada.
Un dato para la historia: a estas alturas, el sistema hospitalario riojano ha tenido que absorber ya a 1.268 personas con COVID-19.
Así se distribuyen las hospitalizaciones:
- Hospital San Pedro: 151 en planta y los 22 de la UCI. A este respecto, por cierto, Del Río recordó que la UCI cuenta ahora con 40 plazas para COVID-19 y otras 10 para el resto de patologías, cuando antes de la pandemia había 17 en total. Es decir, unas 5 por 100.000 habitantes. El ejecutivo regional prevé, para cuando termine esa crisis, aumentar esa cantidad de camas para llegar a acercarse a la media española, que es de cerca de 10 camas por 100.000 habitantes. Eso supondría prácticamente duplicar el número de camas habitual antes de la crisis.
- Hospital de La Rioja: 16 pacientes
- Hospital de Calahorra: 20 pacientes, aunque cinco aún no están confirmados como positivos de COVID-19.
- Los Manzanos: 46 pacientes
Además, como cada día, hay que recordar que hay pacientes esperando el final de su cuarentena, tras ser dados de alta, en el CRMF de Lardero. Ahora mismo son 37.
Otro dato que no es tan bueno como en jornadas anteriores: los pacientes curados. La explicación a ese ligero aumento hospitalario está en un número de altas también ligeramente más bajo que en anteriores jornadas: 39 personas recibieron la buena noticia de estar curados ayer: 34 en el hospital y 5 que estaban en sus casas.
Más datos incontestables son los fallecidos. El Gobierno de La Rioja aseguraba ayer que ya cumplía desde el principio los criterios que ayer hizo obligatorios el BOE para todas las comunidades, a la hora de recontar los fallecidos se produjeran donde se produjeran.
Como La Rioja ya lo hace, la cifra de mortalidad total y de letalidad (muertes por cada caso confirmado) es consistente con lo que se venía considerando. Y estos últimos días empiezan a dar alguna señal de aflojamiento, aunque habrá que esperar a ver si se consolida la tendencia.
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