«Es el momento para desarrollar la capacidad de resiliencia»

–¿Es diferente el planteamiento en función de la edad?

–Desde luego. Los niños parten con la ventaja de que en ocasiones pueden vivir las situaciones con una menor preocupación porque no son conscientes de la magnitud global del problema, aunque fruto de esa inmadurez les cuesta no salir de casa en tanto tiempo, no ver a amigos y familiares, no ir al parque... Explicarles adecuadamente estas situaciones de modo asertivo y ayudando a gestionar positivamente las emociones resulta básico.

–¿Vale creer que todo lo pospuesto se realizará más adelante desconociendo cuándo y cómo será ese futuro?

–Hay que ser prudentes y no anticipar. Ante una situación insólita como la actual debemos reforzar la idea de que todo pasará, que el confinamiento va a ser puntual, pero a la vez ir viviendo día a día. Es inevitable preocuparse sobre qué ocurrirá, pero en la medida de lo posible hay que procurar no rumiar sobre esos pensamientos.

–¿Alguna fórmula para aplicar todos esos consejos?

–Es el momento perfecto para trabajar y desarrollar la resiliencia, una capacidad que poseemos todos y permite no sólo hacer frente a la adversidad sino salir fortalecidos de ella.