La mitad de los nuevos casos de COVID-19 detectados en La Rioja son asintomáticos

En el caso de La Rioja, según han informado fuentes sanitarias con datos actualizados al 19 de agosto, de los 517 casos que se habían diagnosticado a lo largo de los 14 días anteriores, el 49,3% estaba considerado como asintomático, es decir, pacientes con carga vírica que no habían desarrollado síntoma alguno –el 10% de ellos suele ser presintomático, según Sanidad– y potenciales contagiadores del virus. 255 pacientes en total que han sido puestos en cuarentena para anular su capacidad de contagio y tratar de frenar así la propagación del virus.

¿Cómo se ha llegado a ese nivel de detección de asintomáticos? Dos, explican desde la Consejería de Salud, son las vías: la primera de ellas deriva del protocolo fijado en los centros hospitalarios de la región y que establece como obligatoria la prueba antes de tramitar cualquier ingreso. La segunda está asociada a la labor de los rastreadores y al análisis de las relaciones sociales de los positivos ya confirmados. Así, una parte de esos pacientes asintomáticos han recibido la notificación de su positivo después de haberse sometido a una prueba por haber estado en contacto estrecho con un paciente con coronavirus.

Pese a la detección de los casos asintomáticos –lo que implica establecer un importante cortafuegos en la propagación del virus– el balance publicado en la tarde de ayer por el Ministerio de Sanidad volvió a trazar un escenario nada halagüeño en la región al notificar 60 nuevos casos de coronavirus (58 de ellos confirmados en las 24 horas precedentes). Solo entre el lunes y el miércoles la región ya ha registrado más de la mitad de los casos que se detectaron durante toda la semana anterior, 186 frente a los 335. Para ver los efectos de las restricciones impuestas desde el pasado sábado por el Ejecutivo regional aún habrá que esperar al menos una semana. Con los 60 casos de ayer, desde el inicio de la pandemia son ya 4.790 los positivos detectados en La Rioja.

Con 570 casos en los últimos 14 días, de los que 411 se diagnosticaron en los siete últimos días, La Rioja sigue siendo una de las regiones que mayor incidencia acumula: 179,93 casos por cada 100.000 habitantes en la última quincena y 129,74 en la semana anterior, la quinta y cuarta tasa más elevada del conjunto del país, respectivamente.

A media mañana de ayer, el Servicio Riojano de Salud (SERIS) ya había informado de la detección de otros dos nuevos brotes de COVID-19, ambos en Logroño y notificados a Salud este miércoles, 19 de agosto.

El primero de ellos tiene su origen epidemiológico en el ocio familiar y acumula 5 casos; el segundo está asociado a la hostelería y hasta ayer eran tres las personas que habían dado positivo. Con estos dos, ya son quince los brotes que permanecen activos en La Rioja: los de Nieva de Cameros (4 positivos), Alesanco (6), San Asensio (6), Medrano (23), Cenicero (9) y los diez de Logroño con un total de 73 positivos.

El Ejecutivo regional también actualizó ayer la información sobre uno de los brotes más preocupantes, el que afecta al centro de mayores Virgen del Valle de Cenicero. Una vez finalizado el cribado entre los trabajadores del centro, se han detectado dos nuevos positivos que se suman al de la trabajadora que dio la voz de alarma el fin de semana pasado y a los de seis residentes, cuyo estado de salud «no reviste gravedad», según Salud, que recordó que las visitas al centro han quedado suspendidas.

También ayer repuntó el volumen de hospitalizados. Con 490 casos activos, ya son 17 los ingresados: 14 en la planta COVID del San Pedro y uno más en la Fundación Hospital de Calahorra. A ellos hay sumar dos pacientes ingresados en la UCI del San Pedro.