Los hosteleros de Haro se resignan a no recibir visitas foráneas en la Pascua

«A nadie le gusta esta situación –reconoce Marta Enciso, responsable de Turismo de las bodegas Rioja Alta S.A.–, pero yo creo que es lo prudente y, además, una oportunidad estupenda para que los riojanos conozcan bien su tierra».

Asegura que la Semana Santa es una época «muy potente» para toda La Rioja, pero se muestra optimista respecto al futuro próximo: «Si todos actuamos con responsabilidad, creo que tendremos un buen verano. Debemos aguantar un poco más, lo que no quiere decir que no vayamos a recibir gente. Yo creo que hay que verlo con optimismo. Es lo correcto».

También se expresa en este sentido Érika Cigale, del restaurante Los Berones, en la Herradura: «Estoy satisfecha con la medida, mientras pueda haber turismo de dentro de La Rioja, me conformo con eso. Sé que la gente va a salir y se va a mover de un pueblo a otro. Además, eso hace que la gente invierta en los negocios de aquí».

Asimismo, apunta que el pasado fin de semana trabajaron intensamente, pero reconoce que entre hubo descontrol: «Por muchas medidas que pongamos en nuestros locales, no podemos poner límites a las personas, cada uno debe ser consciente de sus actos».

También se mostraba optimista Miguel Ruiz, responsable de márketing y relaciones públicas de Bodegas Muga: «Respetamos y valoramos favorablemente esta decisión para mantener esa curva lo más dominada posible. Además, creemos que es buen momento para hacer turismo regional. Nosotros abriremos todos los días, con visitas, el 'winebar' y dos cursos de cata. Siempre, por supuesto, respetando los aforos máximos y todas las medidas implantadas por el Gobierno de La Rioja».

Por su parte, Félix Guijarro, del bar Tormo de la plaza de la Paz, cree que se tendría que abrir manteniendo todas las medidas. «Podríamos incluso llegar a un acuerdo con las comunidades de alrededor y limitar nuestra apertura a ellas», sugiere.