Homenaje al comercio camerano

«Quiero acordarme de todos aquellos trabajadores que, durante estas difíciles jornadas, se mantienen al pie de cañón, con las puertas de sus negocios abiertas, atendiéndonos y sin poder resguardarse de esta terrible pandemia que nos hiela el alma. Son los negocios de los pueblos, las tiendas, carnicerías, las farmacias... sin olvidarme de los bares o las peluquerías, esos lugares de encuentro y de convivencia que se han visto obligados a cerrar sus puertas», ha escrito Sergio Martínez Astola en redes sociales, subrayando el «esfuerzo y el impagable servicio que estáis prestando a la sociedad en un momento tan complicado» y deseando que «cuando esta situación pase, porque pasará, todos nos acordemos de ellos y sigamos llenando sus negocios y defendiendo, con nuestra presencia y consumo, las tiendas, los bares, las carnicerías, las peluquerías, las farmacias... de nuestros pueblos».

Y es que sin los negocios, las empresas, los comercios siempre han sido necesarios en el mundo rural para combatir la despoblación, hoy son imprescindibles para subsistir durante el confinamiento decretado por el estado de alarma. Son las tiendas que están cerca de casa, los comercios de barrio, los que ofrecen buen producto, buena atención, seguridad. «En el mundo rural el hecho de acudir cada mañana a comprar el pan, la prensa o la verdura se convierte en un acontecimiento social de primer orden, un ejercicio práctico de convivencia marcado, en la mayoría de las ocasiones, por el calor humano y la cercanía que siempre aporta la vida de pueblo», describe el alcalde de Torrecilla en Cameros, pero lo cotidiano se ha convertido ahora en extraordinario: «En estos días de zozobra todo ha cambiado bruscamente, y este implacable virus que nos acogota nos está obligando también a modificar muchas costumbres y guardar las distancias».

Ya en declaraciones a este medio, Sergio Martínez Astola opina que «es muy importante que sigan abiertos comercios como los de Torrecilla porque en este momento de cuarentena, con toda la gente que tenemos en el pueblo, todo el suministro se hace desde aquí, todo se compra aquí». Además, el alcalde destaca que «se hace reparto a la gente mayor para que no salgan de sus casas, incluso los operarios del Ayuntamiento echan una mano en eso porque aconsejamos que no salgan para nada». Es más, el marido de la farmacéutica reparte las medicinas a domicilio a la población de avanzada edad y también la médico atiende a quien lo solicita en sus casa. Por lo demás, los comercios facilitan que todo transcurra con cierta normalidad, dentro de lo anómalo. «Alguno ha cambiado un poco el horario y todos han extremado las precauciones, desinfectando las instalaciones, poniéndose guantes y mascarilla… Y los clientes, guardando fila con disciplina, manteniendo la distancia y cumpliendo con las medidas de seguridad», detalla Sergio Martínez Astola.