Filas y aforos: la nueva cara de las compras

Tiempos nuevos, viejas costumbres. Año tras año las arterias comerciales de la capital riojana se llenan por estas fechas de viandantes cargados de bolsas. Este no iba a ser una excepción. Ni la lluvia, ni el frío, ni incluso una pandemia global iba a impedir que cientos de riojanos adelantasen sus compras navideñas. La calle San Antón y el centro comercial Berceo fueron algunos de los lugares más concurridos durante la mañana y la tarde del sábado donde se produjeron las mayores aglomeraciones del día.

Los paraguas y las filas a las puertas de las tiendas marcaron la jornada de este sábado. Un día de compras que poco, o nada, se parece a lo vivido en anteriores meses de diciembre. Mientras una dependienta contabilizaba el aforo a la entrada de Stradivarius varias personas intentaban guardar las distancias para echarse gel hidroalcohólico. «La gente está muy mentalizada en desinfectarse las manos. Nosotros, por nuestra parte, desinfectamos cada probador y según la hora los cerramos para evitar riesgos», asegura Naiara, empleada de dicha tienda.

Amaya y Lorena son dos compañeras de trabajo que eligieron salir al centro de Logroño para adelantar sus regalos navideños. «Teníamos muchas ganas de salir de compras, aunque hay mucha gente», manifiesta entre risas Lorena. «Demasiada, incluso más que durante el Black Friday», apunta su compañera.

Y es que el cierre perimetral de la ciudad, por la alta incidencia de casos positivos, redujo exponencialmente las ventas: «La población se está animando de nuevo a comprar, también nos influye mucho la gente que viene de los pueblos», confirma Naiara. Dos de ellas son Sara y Zaira, residentes en Navarrete, que durante dos meses no han podido acercarse a la capital riojana. «Este tiempo hemos optado por las compras 'on line', aunque no es lo mismo que venir», añade Sara. En la misma línea, Zaira comenta que «he bajado para comprar algo especial para mi sobrino ya que son sus primeras navidades». Sin duda, hay regalos por lo que merece la pena el viaje, el frío y la lluvia y más si es para darle la bienvenida a un recién nacido.

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