Toda precaución es poca. Las familias y empresas riojanas incrementaron los depósitos en los bancos en casi 500 millones entre marzo y junio, esto es, todo el periodo que abarcó el estado de alarma declarado para contener la pandemia del COVID y la desescalada ... del confinamiento. Nunca hasta entonces se había logrado un incremento del ahorro de los particulares en tan poco espacio de tiempo. El único antecedente se registró en el periodo 2012-2013, los años más duros de la pasada crisis, cuando el importe del dinero a cobijo en las entidades financieras aumentó en 636 millones. Pero ese incremento se produjo en todo un año y los casi 500 millones correspondientes al 2020 se generaron en tres meses.
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En total, el ahorro del sector privado confiado a los bancos ascendía al final de junio hasta los 9.476 millones de euros, un máximo histórico que pulverizó todos los récords anteriores. Es el primer ejercicio en el que la cuantía de los depósitos supera los 9.000 millones y, el sexto en el que los hogares y las empresas de La Rioja tienen más ahorros en los bancos que deuda pendiente de pagar. Según los boletines estadísticos del Banco de España, el importe de los préstamos que aún deben ser devueltos se situaba al cierre de junio en los 7.084 millones, 2.392 millones de euros menos que el volumen al que ascendían los depósitos.
Durante las dos últimas semanas del mes de marzo, el descenso del consumo en La Rioja fue especialmente intenso, con caída en las compras por Internet y del 55% en las realizadas de forma presencial, según un estudio realizado por BBVA Research. Las restricciones impuestas para evitar el contacto social conllevaron que las familias riojanas dejaran de gastar en bares y restaurantes, ocio, alojamiento, viajes, etcétera. Por descontado, los bienes de consumo duradero fueron los más castigados, mientras el gasto en alimentación creció en torno al 120%.
Sin embargo, la desescalada del confinamiento tampoco impulsó el consumo de la familias riojanas, como sí lo consiguieron la mayoría de las regiones españolas, según el trabajo del servicios de Estudios del BBVA. El gasto de los hogares de La Rioja continuó contraído entre el 11 y el 31 de mayo, las tres primeras semanas de retorno a la normalidad tras la severa reclusión obligada para evitar la propagación del coronavirus.
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Con todo, la evolución del ahorro doméstico en la comunidad fue similar a la registrada en el conjunto del país. Según el Banco de España, y con cifras en este caso hasta el mes de julio, el importe de los depósitos confiados al sistema financiero también alcanzó cotas máximas. En total, las empresas, las familias y las administraciones públicas de España tenían ahorrados 1,546 billones de euros, el 7,6% más que en el mismo mes del año pasado. De ese montante total, casi 900.000 millones correspondían a los hogares.
Pero mientras el sector privado recurrió al ahorro ante la situación de inseguridad económica larvada por la crisis sanitaria (unas dudas lógicas ante los desfavorables pronósticos del comportamiento del PIB), las administraciones públicas riojanas recorrieron el camino inverso. El importe de los depósitos retrocedió el 5,9% entre marzo y junio pasando de 237 a 223 millones de euros perdiendo el terreno ganado desde finales del 2019, cuando el saldo era de 222 millones de euros.
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En cuanto al pasivo, los hogares y el tejido empresarial riojanos pidieron 233 millones de euros más a los bancos en el segundo trimestre respecto al primero, lo que supuso un incremento del 3,4%, que contrasta con el anotado entre los meses de enero y marzo sobre el cierre del 2019, que tan solo fue de tres décimas. Por su parte, las administraciones públicas (su principal vía de endeudamiento es la deuda pública) tampoco dejaron de contratar préstamos bancarios en la primera mitad de este ejercicio, aunque el ritmo de aumento del 38% registrado en el primer trimestre no tuvo nada que ver con el del segundo, que se quedó en el 9%.
Estos datos contrastan con lo que ocurrió en la crisis financiera e inmobiliaria de la pasada década, en la que los bancos cerraron a cal y canto el grifo de la liquidez. La Rioja, de hecho, fue la comunidad que sufrió la mayor restricción de crédito bancario de todo el país en ese momento. En concreto, la concesión de préstamos en la comunidad retrocedió el 35,7% (más de 4.500 millones) entre el 2008 y el 2016.
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