La luz de su perpetua sonrisa se apagó hace poco más de dos meses, pero no se permite caer. Ella, como le decía su marido, es una mujer GAR y se ha conjurado para luchar hasta que la memoria y el legado de su ... llorado esposo, el teniente coronel Jesús Gayoso Rey, sea «eterna». Con ese férreo compromiso recogerá este martes en San Millán, de manos de la presidenta Concha Andreu, la distinción de Riojano de Honor. No irá sola. Lourdes Estívariz estará con sus dos familias: la de casa, con sus dos hijos mellizos de 15 años, Jesús y Luis, el primero recién llegado de Estados Unidos, donde quedó confinado; y la de los GAR: «Ellos me ayudan a respirar y a salir adelante», confiesa.
– La Rioja rinde otro homenaje al teniente coronel Jesús Gayoso con la entrega en San Millán del título de Riojano de Honor. ¿Qué supone para la familia, para unas vitrinas repletas ya de condecoraciones?
– Para la familia Gayoso Estívariz es un honor recoger esta distinción a título póstumo. Para mí es un orgullo porque es un reconocimiento de mi tierra. Yo lo que quiero es que esto sea eterno, porque Jesús se lo merece después de haber trabajado tantísimo por los riojanos y por La Rioja.
– Aunque la situación actual distorsiona el tiempo y casi todo nos parece lejanísimo, apenas han pasado dos meses. ¿Se siente con fuerzas para recoger esta distinción?
– Sí, no voy a descansar hasta que se le den a Jesús todos los reconocimientos y homenajes que se merece en todos los sentidos. Desde que en 1996 salió de la Academia con el grado de teniente, él dirigió ya sus pasos a La Rioja, que es donde lo conocí, para integrarse en los GAR, uno de los mejores grupos y que tenemos la suerte de tener aquí. Aunque estuvo destinado en Bilbao, en Navarra, en Intxaurrondo (San Sebastián), siempre regresaba a casa, donde fundamos nuestro hogar tras casarnos el 10 de abril de 1999 y al que llegaron, en el 2004, nuestros mellizos, Jesús y Luis.
– Siempre vinculado a los GAR, que era su otra familia, ¿no?
– Sí, estuvo en aquella época, de teniente, y luego como capitán y comandante, aunque entonces estaba entre San Sebastián y Logroño, y desde el 2014 como teniente coronel jefe. Cuando llevaba un año de comandante, como era el primero de su promoción, quiso hacer el curso de Estado Mayor, pese a que suponía perder destino. Yo me quedé aquí con mi trabajo y nuestros hijos, pero entendí que él se tenía que ir a Madrid a formarse y que no lo iba a ver apenas. Él me lo agradeció mucho. Siempre me decía con orgullo que yo era una de las pocas mujeres que comprendía la profesión de los miembros de este grupo, con muchas horas y muchos días fuera de casa. Por eso decía 'me he casado con la mejor, eres la mujer GAR'. Y, de hecho, así me llaman aún sus hombres. En estas ultimas semanas muchos tenientes generales me han llamado para decirme que han perdido al mejor hijo de la Guardia Civil y un futuro DAO (Director Adjunto Operativo). Él por el GAR lo ha dado todo absolutamente y por la Guardia Civil, más.
– Asturiano solo de nacimiento, su marido, un gallego de pro, llevaba casi 25 años en La Rioja. ¿Qué suponía para él esta tierra?
– Siempre presumía de ser un gallego incondicional, de su Coruña, que es donde voy a llevar parte de sus cenizas, porque el resto irán a su unidad más querida, los GAR. Pero él ha vendido esta tierra como nadie, fuera pero también aquí, con todos los alumnos y profesionales, de España y de todo el mundo, que han venido a trabajar o a formarse. Él presumía mucho de las bodegas, del vino, que al principio no le gustaba, y de mi tierra, lo cual a mí me enorgullecía muchísimo más. Jesús ha sido un embajador nato de la Guardia Civil, de los GAR y de La Rioja por todo el planeta: Afganistán, Irán, Israel, Líbano, República Centroafricana, Haití, Níger, Senegal, Mali, Mauritania, Bosnia, Irak... Un listado enorme que no podría seguir porque no sé ni por dónde ha estado. Siempre me tranquilizaba y me decía que estaba bien y, de hecho, así llegaba siempre. Al volver de algunos de esos países estaba un par de días medio malo, pero enseguida volvía al trabajo como el hombre GAR que era.
– Como le decía, este será el enésimo homenaje de los riojanos a la figura de su marido. ¿Le ha llegado el aliento y el apoyo de la sociedad riojana?
– Sí, desde luego. Pero especialmente quiero agradecer el apoyo, primero, de mi familia. Yo tengo un cuñado que trabaja en los GAR, José Ángel Manchado, y él y mi hermana han sido el mayor apoyo que he podido tener en estos dos meses tan crueles. También mi mayor agradecimiento es para mi familia política, la familia de Jesús. Aunque no estén aquí me ayudan desde Galicia en todo momento, porque imagínate cómo están mis suegros, que se les ha ido un hijo, siendo su padre un capitán retirado de la Guardia Civil de Tráfico. Y, ante todo, estoy superagradecida a la familia GAR, que me llaman y están pendientes de mí cada día. El sargento Salazar es el que ha hecho posible el dispositivo con el FBI para poder traer por fin, la semana pasada, a mi hijo Jesús desde Estados Unidos; el sargento Pepito (Javier Latorre) me manda todos los días un WhatsApp recordándome que soy la mujer GAR y que tengo que tirar para adelante con mis dos hijos y con el legado de Jesús. ¡Qué te voy a contar del general Iglesias! Jesús estará aplaudiendo su ascenso. O sus tenientes coroneles, Diego y Valentín, que me decían que se les ha ido su hermano. Yo voy con ellos de la mano, siempre, la familia GAR me está apoyando para que la memoria de Jesús quede perpetua y es la que me está ayudando a respirar y salir adelante. Yo sabía que mi marido hacía muchas cosas, pero ahora es cuando veo de verdad que ha merecido la pena todo lo que él ha trabajado y luchado por esta unidad. He visto a hombres hechos y derechos llorando por él, me han llamado compañeros de promociones, antiguas y recientes, destrozados. Están preparando un libro de honor y han recibido 1.300 cartas de condolencia de todo el mundo. Primaba la persona y por eso me emociono y me enorgullezco, porque aparte de lo brillante que era por la cabeza que tenía, brillaba como persona. Jesús sigue ahí y va a estar con nosotros siempre.
«Jesús ha sido un embajador nato de la Guardia Civil, de los GAR y de La Rioja por todo el planeta»
«Aparte de lo brillante que era por la cabeza que tenía, brillaba como persona»
– El primer homenaje fue muy especial, aquella concentración en Duques de Nájera frente al acuartelamiento de la Guardia Civil, que usted reflejó en su Facebook y que aún emociona a miles de personas.
– Yo veo y subo todas las fotos y los vídeos sobre mi marido porque son un regalo que me enorgullece y me alivia ver. No voy a parar hasta que se le concedan todos los reconocimientos y todos los homenajes que se merecía. Quiero aprovechar, además, para enviar unas palabras de agradecimiento a todo el personal de la UCI, porque sé que Jesús ha estado en las mejores manos y estoy muy agradecida a todos ellos.
– Número 1 de su promoción, licenciado en Derecho, profesor titulado de Educación Física, hablaba inglés y francés y su hoja de servicios, además de intachable, era brillantísima. ¿De qué se sentía más orgulloso?
– ¿Lo que más? De llevar una unidad como los GAR, sin duda. Eso para él era lo máximo. Sabíamos que iba a acabar en Madrid, pero él iba a agotar todas las posibilidades porque quería luchar por los GAR, porque sabía que merecía la pena. Y sí, merece la pena. Hay que seguir luchando por ese legado porque él de lo que más orgulloso estaba era de su gente.
– Su gente que, dos meses después, sigue destrozada.
– Sí, quieren el homenaje que hay que hacerle y que se va a organizar en cuanto se pueda; un homenaje interno de la familia GAR, porque necesitamos estar juntos y abrazarnos. Deseo también que se le haga un gran homenaje institucional y me gustaría, por supuesto, que se haga aquí, en Logroño, porque La Rioja es la tierra de los GAR. Para ellos se ha ido su héroe, su líder, y quieren luchar también para que su legado brille y se le concedan todos los reconocimientos del mundo.
– Su figura profesional era pública y admirada, pero ¿como era Jesús Gayoso persona, marido, padre, amigo...? ¿Qué le hacía feliz, con qué disfrutaba cuando se despojaba del uniforme?
– Es muy difícil, el uniforme se lo quitaba pero él seguía trabajando. Le encantaba poder disfrutar con nuestros hijos; era feliz jugando y estudiando con ellos, enseñándoles. Luis me decía hace poco: 'Mamá, ¿quién me va a ayudar ahora en los estudios de primero de Bachillerato? Papá me prometió que me iba a enseñar cómo tenía que trabajar y estudiar'. Jesús presumía de esta familia, pero también de la otra, la familia GAR. No paraba en todo el día. Era tan humano como persona y como marido... Yo jamás lo he visto enfadado, podía venir molesto de Madrid por haber discutido con sus jefes por la unidad y porque los GAR brillaran en todos los sitios del mundo, pero en casa se le pasaba. Era increíble y yo he tenido la suerte de compartir 22 años de mi vida con él, un ser humano que brillaba como persona.
– Hay quien opina que su muerte fue su último gran servicio porque, de hecho, sirvió para abrir los ojos a la gente y darse cuenta de que el coronavirus era un cruel enemigo. Imagino que esto sirve de poco consuelo.
– Para mí, ninguno. Esto ha sido un precio muy caro y me parece algo tan cruel que prefiero ni hablar de ello. No te explicas por qué le ha tenido que tocar a él, que ha estado en primera línea en los peores sitios del mundo, un hombre con 48 años lleno de vida, deportista, que no fumaba ni bebía, que no tenía ninguna patología... Es un precio muy caro y a mí no me consuela nada de lo que se diga.
– ¿Qué es lo que más le ha reconfortado en estos meses en los que al dolor se ha sumado la imposibilidad de abrazarse y verse apoyada por algunas personas que están lejos? ¿Las muestras de cariño, los recuerdos, la música...?
– Me han ayudado muchísimo mis 60 alumnos del Coro Sinfónico Juvenil de La Rioja con los que me conectaba todos los viernes dos horas hasta que pasó lo que pasó. Cuando murió Jesús estuve dos semanas de duelo y cuando volví, después de Semana Santa, les dije: 'Chicos, tenéis que tirar de mí, yo no voy a poder sola'. Ellos, que son ángeles, me han pedido poder cantar en el homenaje que se le haga a Jesús. Lo mismo que mis alumnos del Conservatorio de Haro, con los que estoy todos los días, de lunes a jueves, trabajando 'online'. Todos ellos están tirando de mí, lo mismo que mi familia y, desde luego, la familia GAR.
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.