Estudian una nueva cepa de COVID con 46 mutaciones en el sur de Francia

El descubrimiento, llevado a cabo el pasado diciembre, todavía no ha sido publicado en una revista académica, aunque sí figura en el portal 'medRxiv', donde se presentan los estudios científicos en espera de ser revisados. La investigación ha surgido tras detectar cerca de Marsella doce casos positivos de IHU. Todas estas personas habitan en la localidad de Forcalquier, en el departamento de Alpes de Alta Provenza.

Los resultados preliminares de este centro especializado en enfermedades infecciosas señalan que al hacer las PCR a los contagiados se detectaron mutaciones que mostraban una «combinación atípica», lo que indica que se trata de una nueva cepa. «Estos datos son otro ejemplo de la imprevisibilidad de la aparición de variantes del SARS-CoV-2 y de su introducción en un área geográfica determinada desde el extranjero», explicaron los investigadores. En este caso, el paciente cero sería un hombre que regresó recientemente de un viaje a Camerún.

Cuando las variantes son detectadas, la OMS las clasifica en tres grupos según sus características: preocupante (como son ómicron o delta), de interés (lambda o mu) o bajo vigilancia (bretona). Por el momento se desconoce en qué grupo acabará esta nueva cepa aunque, de acuerdo con los investigadores, IHU está relacionado con ómicron. Las pruebas muestran que porta la mutación E484K, que se cree que la hace más resistente a las vacunas, y la N501Y, que se vio por primera vez en la variante alpha y podría hacerla más transmisible.

La aparición de IHU coincide con la expansión mundial de ómicron. Las autoridades sanitarias de Francia ya advirtieron hace escasos días que esta variante del coronavirus es ya la dominante en el país, con más del 62% de los positivos. El ministro de Sanidad, Oliver Verán, anunció 300.000 nuevos casos en las últimas veinticuatro horas, un récord desde los 230.000 que se alcanzaron a finales de 2021. Ante la situación, las autoridades galas recalcaron la importancia de las vacunas, pues aunque «no impiden la contaminación sí el desarrollo del virus una vez que te contagias. Por cada enfermo inoculado con dosis de refuerzo en reanimación hay veinte pacientes no vacunados».

La Organización Mundial de la Salud, por su parte, alerta sobre la gravedad de ómicron. «Hay que ser cautos, porque Sudáfrica tuvo una situación similar con la variante alpha en 2020», recordó el epidemiólogo Abdi Mahamud, jefe de la oficina de gestión de incidentes de la OMS. Y no es para menos, ya que es habitual ver cómo numerosos países baten récords de contagios cada día. Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Italia, Portugal, Israel y China son algunos ejemplos. El gigante americano, de hecho, registró el lunes más de un millón de nuevos positivos; todo un récord mundial.

A pesar de la situación, la directora del Departamento de Salud Pública en la OMS, María Neira, advirtió de que aún quedan «dos o unas semanas» de alerta por el alza de contagios por ómicron. Además, afirmó que 2022 será el año en el que acabe «esta fase tan aguda y devastadora del virus».