«El enfrentamiento entre pública y concertada es un problema ideológico mondo y lirondo»

– ¿Entiende el enfrentamiento entre la pública y la concertada?

–Yo nunca he sentido un enfrentamiento con la pública. Creo que cada uno tenemos una forma de ver la educación y por tanto de enseñar y de transmitir. No creo que estemos enfrentados, creo que somos dos redes complementarias y cada una de ellas tiene su propio estilo. Nunca he criticado a la pública, siempre que he hablado de mi colegio he hablado de lo que es mi colegio. Nunca he criticado lo contrario para que vinieran al mío. A mí, hay ciertas afirmaciones que se dan por hechas que me molestan porque no describen lo que es mi colegio. No elegimos a los alumnos, siempre hemos recibido a todo aquel que ha querido apostar por nosotros. No tenemos acceso a sus expedientes académicos, les hemos aceptado sin conocerlos porque es lo bueno que tiene este colegio. No pedimos informes de los alumnos.

– ¿A qué cree que obedece este enfrentamiento?

– Es un problema ideológico mondo y lirondo. Necesitan que la concertada se minimice y desaparezca porque es un pacto de gobierno.

– ¿Qué le diría al consejero?

– Le diría que viniera y conociera mi centro, el mío o cualquiera. Yo sé que eso que se dice en la calle no casa con lo que ocurre en mi centro. Aquí, cuando entran tenemos dos objetivos. El primero, evidentemente, es que se encuentren felices y en los pequeños añadimos que se encuentren seguros. Cuando un niño está feliz en un entorno puedes sacar de él lo mejor. El segundo objetivo es llevarlos a todos a su propia excelencia académica. De ahí nuestros desdobles, nuestros refuerzos, nuestra atención a la diversidad. A partir de ahí, ¿somos un centro religioso? Evidentemente somos un centro religioso, pero enseñamos un camino no obligamos a nadie a seguir por ahí. Les enseñamos un camino que creemos que es el bueno, el mejor, pero no obligamos a los alumnos.