Los locales de ocio nocturno cerraron sus puertas en la madrugada del pasado viernes sin saber que menos de 24 horas después no abrirían tras las restricciones del pasado sábado.
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«Nos están criminalizando cuando no hay razones para ello», defiende Antonio Cendra, miembro ... de la junta directiva de la Asociación de Salas de Fiesta y Discotecas de la Federación de Empresas de La Rioja. Lo sostiene apelando a la estadística: «El 65% de los contagios se produce en las reuniones familiares y en grupos de amigos, el 17% se da en el mundo laboral y apenas el 4% está asociado al ocio nocturno», dice Cendra que considera que «no hay causas objetivas» para implantar la medida, por lo que han recurrido a la vía judicial «al no haber suficiente justificación. Es todo un sinsentido».
Tras cuatro meses sin clientes (estado de alarma y desescalada), el colchón económico del sector ha desaparecido y la situación, dicen, empieza a ser tan acuciante que la crisis sanitaria ha convertido en definitivos no pocos cierres temporales.
Con las puertas de nuevo cerradas, han regresado los ERTE, «cuya gestión está siendo muy complicada y con una bonificación limitada», lamenta, lo que añade más incertidumbre al sector. Solo en La Rioja, calcula Cendra, las pérdidas serán abrumadoras y rondarán el 80% de la facturación anual. «Está siendo todo un auténtico desastre», apunta.
Su frustración es máxima cuando, asegura, «se han puesto todas las medidas necesarias para evitar contagios. No se nos puede achacar falta de compromiso», añade lamentando que todas las acusaciones se centren en su sector.
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