Querer volver a La Rioja y no poder hacerlo. Esa es la sensación de «impotencia» que siente Lucía Antón, una riojana que por motivos profesionales se encuentra en Argentina y que no encuentra el modo de regresar. «Es desesperante querer volver a casa con tu ... familia y no poder hacerlo», asegura.
La profesora logroñesa viajó a tierras sudamericanas en octubre gracias a una beca concedida por la Universidad de La Rioja para desarrollar un proyecto de investigación en la provincia de Córdoba. Allí se instaló y todo transcurría como esperaba. Iba a estar allí cuatro meses, pero el proyecto funcionaba bien y le pidieron que alargara su estancia para una segunda parte. Buenas noticias.
La joven comenzó a hacer todo el papeleo necesario para continuar en Argentina y entonces estalló la pandemia de coronavirus. Y todo se paró. «Y desde entonces me ha sido imposible coger un vuelo para regresar a España», se lamenta.
Hasta septiembre
Y eso que, según cuenta, desde el primer momento hizo todo lo pertinente para poder subirse a un avión de regreso. Se inscribió en el Registro de Viajeros del Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación y se personó en el Consulado de la Embajada de España en Córdoba y en la Delegación de Migraciones. También se inscribió en la Oficina de Retorno de La Rioja con la que mantiene contacto. «Saben que existo, pero creo que ellos no pueden hacer nada», afirma.
Desde ese momento han salido varios vuelos hacia España. «Hubo por ejemplo uno el 22 de marzo que no fue ni anunciado por Iberia», asegura. Hubo más, pero las trabas eran continuas para poder conseguir una plaza y a la logroñesa le resultaba imposible acercarse a Buenos Aires porque, al estar en confinamiento, necesita un permiso para poder moverse entre provincias. «Y he tenido suerte de que un amigo me ha 'adoptado' en su casa porque de los hostales han echado a todos los europeos», apunta.
Un rayo de esperanza apareció para Antón cuando se anunciaron tres nuevos vuelos para mayo. Llegó a hacer la reserva para uno de ellos (que salía este martes). Le aparecía incluso en la aplicación de Iberia, pero de repente se quedó sin plaza. «No sé muy bien la razón porque yo seguí los pasos que me marcaron, pero no pude volar», se lamenta. Ya se veía en Logroño junto a su familia, pero todas esas ilusiones se marcharon al limbo. «Dicen que son vuelos de repatriación pero cuando tienes algún problema, desde el consulado te dicen que no pueden hacer nada porque son comerciales; no lo entiendo», recalca.
Ahora, con espacio aéreo cerrado y con el anuncio del Gobierno argentino de que no se reabrirá hasta el 1 de septiembre, las dudas asaltan a la riojana, ya que su visado caducaba el 9 de abril y la excedencia que pidió en el trabajo acaba el 30 de junio. «No sé qué hacer; estoy desesperada», afirma disgustada. «Y no solo por no poder volver, también me preocupa la salud porque aquí los casos están en aumento y, al contrario que en España, viene el mal tiempo», expone.
Su situación no es única y por eso se creó la llamada 'Plataforma Española de Varados en Argentina' con el objetivo de que todos sus miembros pudieran regresar. De momento, no ha sido posible. «Es muy angustioso», concluye Antón.