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El balance de la pandemia durante el fin de semana depara datos contrapuestos. El más negativo, que el COVID-19 se ha cobrado una nueva víctima en La Rioja. La presión hospitalaria también ha dado un pequeño paso atrás, a pesar de que los ingresados ... en la unidad de críticos han bajado en uno (siete por los ocho del viernes) porque los hospitalizados en planta han pasado de 26 a 31. En el lado positivo se registra el descenso de casos activos y la notable mejoría de las incidencias acumuladas tanto a 14 como a 7 días.
El fallecimiento de un hombre de edad avanzada eleva a 813 la cifra de personas que han perdido la vida, contagiados por el virus, desde que comenzó la pandemia. En este mes de agosto han sido 21. De ellos, 323 vivían en residencias de ancianos, caso que no es el de este último registrado el fin de semana.
En los hospitales riojanos, las cifras han empeorado aunque afortunadamente no lo han hecho de forma elevada y en la unidad de medicina intensiva hay ingresado un paciente menos. Los siete que se contabilizan son el número más bajo del mes de agosto.
En planta, sin embargo, tanto en el San Pedro como en la Fundación Hospital de Calahorra son más que el viernes. En la instalación de Logroño han pasado de 24 a 27 y en la riojabajeña, de 2 a 4, con lo que el total de pacientes se sitúa en 31 y el de hospitalizados, incluyendo la UCI, en 38.
En los casos activos, se ha producido un significativo descenso, si bien hay que tener en cuenta que durante los fines de semana se realizan menos pruebas. Si el sábado el número de afectado creció ligeramente y volvió a superar la barrera de los mil (1.002), ayer y hoy, han bajado y hoy están, incluso, por debajo de los 900, en concreto 897.
Las incidencias (casos por cada 100.000 habitantes), que la Consejería de Salud no actualiza los sábados y domingos, mantienen la línea descendente que presentaban la semana pasada. La acumulada a 14 días ha pasado de 448 a 413,55, mientras que la de 7 días ya baja de 200 y se sitúa en 190,36 casos. También las relativas a los mayores de 65 años mejoran. La IA a 14 días baja 30 puntos y se queda en 191,36 y la de 7 días se reduce en 9 hasta los 81,61.
Además, se reduce la positividad, que tras un ligero repunte el viernes vuelve a colocarse por debajo de doce (positivos por cada cien pruebas en siete días) y queda en 11,64%.
En las residencias de mayores ven con alivio como la quinta ola se va alejando de sus usuarios. Si el pasado 6 de agosto llegó a alcanzar un máximo de 88 afectados de COVID-19 en estos centros, a día de hoy son 10 (cinco menos que el viernes). En el total de geriátricos en los que había entrado la enfermedad ya solo figuran dos, es decir, otros tantos han quedado 'limpios' del virus.
En el semáforo del plan de indicadores, la mejoría de los parámetros de trazabilidad ha provocado que pase a color verde. El porcentaje de 87,47% frente a los 79,60% del viernes lo colocan como el único de los ocho que está en el mejor de los niveles.
También ha cambiado, pero en este caso a peor, el indicador relativo a la ocupación de camas hospitalarias por COVID, que al superar de nuevo el 5% (es del 7,14) vuelve al amarillo, después de que la pasada semana bajara al verde.
Todos los relativos a las incidencias acumuladas, a pesar del continuado descenso, siguen en negro, en riesgo extremo.
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