«Las clases 'on line' serán más profesionales que en marzo»

Con los minuciosos planes de contingencia de cada una de las facultades aprobados y con los detalles más nimios contemplados en ellos, el secretario general de la UR confía en que el curso se desarrolle sin grandes incidencias si bien asume que en el caso de la universidad la realidad es diferente a la de los centros educativos. «Aquí no hay grupos burbuja –aunque en el caso de las prácticas en laboratorio se buscará una fórmula similar para reforzar la seguridad manteniendo equipos uniformes durante el curso–, hay mucha movilidad entre aulas y alumnos, lo que hace que tengamos alguna dificultad añadida, pero somos optimistas y estamos convencidos de que todos pondremos de nuestro lado para que salga bien», afirma.

Con el Aula Magna de la UR como referencia («tiene un aforo para 198 personas y respetando el metro y medio sólo caben 37», recuerda), García Turza ejemplifica las complicaciones del trabajo logístico para adaptar grados y asignaturas a la realidad física de los aularios de la UR, un cometido que, dice, ha merecido la pena ya que lo fundamental era preservar el grueso de la presencialidad. «Es la esencia de la universidad pública, pero más en el caso de la nuestra por esa cercanía que hay con el alumno y el peso específico que ello tiene en su formación». ¿Y la calidad con casi el 30% de los créditos impartidos a distancia? «Hemos aprendido mucho durante este tiempo, los profesores han acudido en masa a los cursos de docencia 'on line' y las clases serán mucho más profesionales que en abril, no sólo en cuestiones técnicas, sino también en contenidos. El curso cuenta con la garantía de la calidad».