Un cerverano idea 'Airgyver', un prototipo de respirador artificial para uso médico

El ingeniero cerverano Javier González Vidorreta tuvo una idea el viernes 13 de marzo para desarrollar un respirador artificial de uso médico basado en elementos industriales. La fiabilidad de las piezas, por separado, está demostrada durante años y, además, la fabricación tendría un coste económico bajo respecto a otros equipos.

Javier le comentó la iniciativa a su amigo Gabriel Aznar Lapuente, de Zaragoza, y se formó un equipo de seis ingenieros. Ellos dos y otros cuatro aragoneses: Abel Roca Andreu, Alejandro Gazulla Sancho, Alberto López Germán y Jorge Olite Biurrun. En apenas una semana crearon el prototipo al que han llamado 'Airgyver'.

«Primero nos reunimos los seis por videoconferencia para mejorar la idea. Después contactamos con diferentes fabricantes y distribuidores para conseguir las piezas. En cuanto les decíamos para qué eran, nos las facilitaban sin problema. Lo mismo en el caso de los maniquíes médicos para las pruebas», comenta Javier.

El cerverano trabaja en una acería (fundición de acero) de Ólvega (Soria) y se dedica a mejorar la maquinaria, por lo que está constantemente investigando. En el caso de este proyecto, lo han realizado los seis, por su cuenta, en un pabellón cedido por la Escuela Universitaria Politécnica de La Almunia de Doña Godina (Zaragoza), a donde ha tenido que desplazarse Javier desde Cervera.

El martes 24 disponían de un prototipo y comenzaron las pruebas. El fin de semana pasado se centraron en realizar otras verificaciones y ajustes. Ahora se encuentran en fase de validación para su uso médico.

Al mismo tiempo llevan a cabo los contactos con diferentes empresas para formar un consorcio sin ánimo de lucro que pueda producir en masa este respirador una vez obtengan el visto bueno sanitario.

Las principales características del 'Airgyver' son su fácil fabricación en grandes cantidades, el bajo coste, la disponibilidad de piezas, al ser comunes en la industria, y la sencillez de su manejo (en cinco minutos se puede aprender a utilizarlo).