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la rioja
Viernes, 8 de mayo 2020, 19:50
El Equipo Directivo del CEIP Vuelo Madrid Manila ha enviado una carta al consejero de Educación, Luis Cacho, en el que expresan «el absoluto rechazo» del colegio a la incorporación propuesta de los docentes a los centros educativos y, especialmente, a la anunciada posible incorporación ... del alumnado, tanto de Educación Infantil como de la etapa de Primaria.
El centro, que habla en nombre de sus profesores, dice fundamentar su decisión, en primer lugar, en unas palabras del propio consejero en el que aseguró que la prioridad era la seguridad sanitaria por encima de criterios educativos o económicos. «En este sentido, consideramos que no se garantizan las condiciones de seguridad ni por las condiciones materiales de los centros -uso común de instalaciones, medios y recursos compartidos- así como la ausencia de formación de los docentes en los protocolos de actuación y prevención de riesgos específicos del COVID-19», se apunta antes de lanzar una pregunta al aire: «¿Tiene previsto la Consejería hacer algún tipo de test para detectar positivos, inmunes o riesgos?»
El Vuelo Madrid Manila considera imposible controla la distancia de seguridad entre el alumnado «por sus propias características de comportamiento social». Creen que ese control se hará más complicado en instalaciones compartidas como baños o patios y en los recreos. «No se puede estar persiguiendo a alumnos para que no hablen ente sí o mantengan dos metros de separación cuando jueguen», se expone. «Además, el uso de mascarillas tampoco resuelve la cuestión salvo que sepan comer el almuerzo con ella puesta, cosa bastante improbable», se añade.
Además, el centro opina que las medidas de incorporación «desmantelan e imposibilitan» continuar de forma eficaz con el sistema de enseñanza a distancia. «Localizar alumnos y conseguir un sistema coordinado de comunicación y tutorización individual; crear y diseñar de actividades de refuerzo y avance, así como los distintos canales de comunicación: informáticos, telefónicos, etc.; seguir y corregir las diferentes actividades propuestas, etc., etc., son labores que, siendo propias de la función docente, en este periodo de confinamiento han supuesto un esfuerzo extraordinario de trabajo, un horario extendido a lo largo de todo el día, un uso de medios personales y una especial dificultad de conciliación familiar», se recalca.
Además, el centro lanza una serie de preguntas a Cacho en su comunicado: ¿Considera que vale la pena para 16 días lectivos de incorporación de algunos alumnos y alumnas desmantelar todo el trabajo que con tanto esfuerzo del profesorado está ya en marcha y dando resultado? ¿Vale la pena poner en riesgo a alumnos y docentes y sus familias con una incorporación que educativamente aporta poco o nada? «Y respecto a esa posible incorporación de alumnos ¿con qué criterios podemos decir a una familia que su hijo venga o no al centro? ¿Podemos mandar a casa a alumnos que asistan porque el «cupo» diario ya está cubierto? ¿Con qué criterio decidimos quién tiene o no más derecho o necesidad a asistir al centro educativo?», se enumera
Por último, se solicita una reflexión por parte de esa Consejería sobre los beneficios o perjuicios que puede ocasionar esta «innecesaria incorporación» y que se escuche y sea sensible al sentir de la comunidad educativa.
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