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Con la apertura de las piscinas aún en el aire, las zonas de baño de embalses y ríos pueden suponer este verano un alivio al calor. La Rioja, eso sí, y tal y como informa la Consejería de Salud del Gobierno de La Rioja, ... solo cuenta con una única «zona de baño declarada», la del embalse González Lacasa de El Rasillo y Ortigosa de Cameros, «para la que se establece una frecuencia de vigilancia». Esto es, «control semanal de la calidad del agua y de las condiciones higiénico-sanitarias», así como «seguridad de la playa», con socorristas en un determinado horario y durante el periodo estival.
Sorprende, por otra parte, que las pozas de Arnedillo, informa Salud, «no están declaradas como zona de baño», al menos oficialmente por el Gobierno, al igual que, por ejemplo, el embalse de Mansilla. Sin embargo, los ríos son habitualmente 'piscinas' improvisadas, con zonas muy célebres, como las pozas del río Oja en Ezcaray, las del Alto Iregua y el Alto Leza, las del Jubera en Robres del Castillo o las del Iregua, a su paso por Logroño, donde se han llegado a celebrar bautizos de la iglesia evangélica.
La Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) aclara que el baño sí está permitido porque los ríos son «de uso común» y no existe una normativa por la cual se pueda sancionar bañarse en ellos, salvo que exista una prohibición expresa, normalmente por cuestiones de seguridad. En este sentido, la CHE expone que los flotadores y las tablas de surf están permitidas en ríos y embalses al estar consideradas «complementos de baño», mientras que las piraguas, por ejemplo, no, por ser «elementos de navegación», para cuyo uso se debería pedir una declaración responsable al poder ser, como embarcación, vector de especies invasoras y repercutir en la calidad de las aguas.
Las zonas de baño las propone cada comunidad autónoma, advierte la CHE, en base a los criterios de sanidad, aunque también señala que el baño está expresamente prohibido en parques nacionales, como es la Sierra de Cebollera en La Rioja, y en algunos espacios naturales, en cuyo caso debe regir lo que decida el Ejecutivo regional.
«Salud se encarga de controlar la calidad de las aguas de baño declaradas como tales, pero no de la vigilancia de las acciones individuales de personas que deciden bañarse en espacios de naturaleza», informan desde el Gobierno de La Rioja. «La capacidad sancionadora o de prohibir bañarse en un río o poza no reside en Salud sino que depende de los ayuntamientos correspondientes y de la Confederación Hidrográfica del Ebro», advierten desde el Gobierno. Y en cuanto al González Lacasa, única zona de baño declarada como tal en La Rioja, avanzan que «se desconoce, dentro de las actividades de desconfinamiento, qué va a pasar con estos espacios».
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