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Mar Cascante escribe en la pizarra de Mar's Idiomas, y en el círculo María Eugenia Encina, de Academia Emil. Juan Marín
Aprender, de nuevo, a enseñar

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Academias ·

El cierre de los colegios ha obligado a los centros a reinventar su modo de trabajar con los alumnos sin poder obviar la caída en el número de escolares en sus aulas

Lunes, 25 de mayo 2020, 07:33

El cierre de los colegios el pasado 11 de marzo cambió la realidad de La Rioja en un instante. Una decisión causada por la crisis sanitaria del coronavirus que ha obligado a una transformación sin precedentes e inesperada en el día a día de la sociedad y de las familias. La paralización de la actividad escolar estos meses ha afectado a todos los niveles educativos, desde guarderías a la universidad, más de 65.000 alumnos y de 5.000 universitarios y, por supuesto, a todos los sectores relacionados con Educación. La incertidumbre caló ese día también en la educación no reglada que ha tenido que afrontar lo que se determinó en un principio para un periodo de 15 días, como su nueva realidad. La primera regla: se terminaron las clases presenciales. Segunda regla, en esta fase 2, pueden abrir sus clases a partir del día 25, hoy lunes, siempre que cumplan las condiciones marcadas.

«Hemos perdido un veinte por ciento del alumnado de determinados cursos», explica Gonzalo Arroyo Postigo, de la academia logroñesa Arroyo Postigo, que prepara a cursos de la ESO, Bachillerato, universitarios, también de la UNED. «Hasta después de verano no podemos barajar cómo está la situación», indica, pero puntualiza que además de él, que es profesor, cuenta con 4 profesionales más, y todo el equipo ha pasado de dar «6 y 7 horas a reducirlas a 5 o 6 semanales». «En el sector se está pasando mal –admite– pero muchos se han adaptado», apunta. Se refiere a la creación de las plataformas para dar clases 'on line': «Nosotros ya teníamos esa opción desde el 2010, hay gente de fuera de Logroño e, incluso, que vive aquí, que ya se conectaba. Desde el lunes antes del cierre de colegios y la universidad estaba todo listo. Nos anticipamos y vamos a terminar el curso on line».

Gonzalo Arroyo, solo en su academia. Juan Marín

Ahora están «más preocupados por la situación económica» que por el propio sector. «Habría que dinamizar la economía, bajar el IVA de alquileres, pensar en incentivos para todas las empresas, reducir los tributos unos meses para generar un poco de movimiento», explica Arroyo.

«Ya teníamos la opción on line desde el 2010 y vamos a terminar el curso así»

Gonzalo arroyo postigo

Por su parte, Mar Cascante, de Mar's Idiomas, con 30 años de historia, nunca había enseñado on line. «Mi iniciativa fue cerrar los quince días, pero mi hija me dijo 'tienes que reinventarte'. Reaccioné», recuerda. «El lunes 16 ya tenía la plataforma y así llevamos 9 semanas. Ha sido un éxito, están todos contentos y satisfechos. Terminaremos el curso así, ya no es el momento de volver a las clases presenciales», asegura esta profesora de inglés y francés que añade sobre esta forma de enseñar que «te exige más horas de preparación para el temario, las clases... todo el día corrigiendo», sonríe refiriéndose a los ejercicios.

«Ha habido que prepararlo mucho, para que sea más fluido y todos hemos aprendido a interactuar de esta manera»

Mar Cascante

«No he perdido alumnos. Ellos y los padres de escolares recibieron el nuevo método con los brazos abiertos y tengo el mismo horario de clases». «Enseñar es mi vida», dice Cascante, quien explica que «no hay más profesores» y ella ha dado «facilidades de pago para que nadie se quede sin clases». «Ha habido que prepararlo mucho, para que sea más fluido y todos hemos aprendido a interactuar de esta manera», recalca. Aunque cree que se necesita el contacto: «La calidad de la enseñanza es distinta».

María Eugenia Encima, delante de una de pizarras de la academia. Justo Rodriguez

Desde 1988 enseña María Eugenia Encina, de Academia Emil. «Estudié Magisterio por Ciencias y mi madre, que era muy emprendedora, me animó a poner la academia; es mi vocación», confiesa. Da clases a niños de hasta 3º de la ESO y cuenta con otros cinco profesores (Beatriz, Marisa, Marga, Nuria y Jorge) con los que preparan a alumnos de Bachiller, universitarios y opositores. «Nunca habíamos dado clases on line, pero Jorge Ochoa, que enseña a los opositores de celador, nos puso la plataforma al día siguiente de reunirnos tras conocer el cierre de los colegios. Descubrimos en él esta nueva faceta», dice agradecida. Repite como sus compañeros que los universitarios, a quienes ayuda para la EBAU, y los opositores «están muy implicados». En Primaria «es más difícil poder darles clase así». Se han perdido alumnos en este nivel educativo y le preocupan mucho los niños: «No adelantan en materia, se repasa lo que saben». «Tendrían que trabajar en verano, no es bueno que no estén adquiriendo las rutinas para aprender conocimientos a diario», opina.

«Tendrían que trabajar en verano, no es bueno que no estén adquiriendo las rutinas para aprender conocimientos a diario»

María Eugenia Encina

Sobre el regreso a las aulas de quienes se examinarán de la EBAU cree que «necesitan volver para que les guíen. No se puede estar meses dando clases on line, son una ayuda, pero se quedan cojas», apunta. Academia Emil empieza hoy sus clases presenciales, niños por la mañana, adultos por la tarde. «Con pocos alumnos para guardar la distancia». Volver a empezar.

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