«Los alumnos han andado algo más perdidos»

Comenzaron a contactar con las familias por teléfono, con sus dispositivos particulares, crearon un grupo de WhatsApp y «a partir de ahí, a empezar». La transición a la virtualidad no fue tan costosa «como pudo parecer en un principio». Tenían reuniones telemáticas a todas horas. En un primer momento funcionaban por fotos a través de WhatsApp, después crearon un blog al que se conectaban las familias. «Pensábamos que iba a ser un desastre total, pero la verdad es que no fue así», confiesa. Cruz Roja les ayudó mucho repartiendo tabletas casa por casa y «en esa locura fuimos contactando con prácticamente todas las familias. Todas, menos una o dos que fueron casi ilocalizables», cuenta.

Pese al ingente trabajo, en el nuevo curso, que arrancó el pasado 7 de septiembre, «ha habido que iniciar septiembre con un repaso muy general otra vez del curso anterior, volviendo a conceptos básicos que no se terminaron de dar el año anterior». Unas carencias que se han notado sobre todo en los alumnos de necesidades educativas especiales «porque requieren una atención muy individualizada, un acompañamiento muy cercano y esto 'on line' no se podía hacer».

«En estos alumnos -señala- sí que hemos visto más secuelas en cuanto a que han andado más perdidos y, en general, alumnos que tienen menos recursos en casa también».