El Gobierno debate abrir Logroño y también la hostelería, pero con condiciones

Ese glosario de medidas tiene, según ha podido saber este diario, los días contados. En la rueda de prensa que ofrecerá esta mañana la consejera portavoz, Sara Alba, titular además de la cartera de Salud, está previsto el anuncio de una serie de normas que suavizarán las restricciones en su actual fisonomía. Por ejemplo, decretando el fin del confinamiento perimetral en Logroño, que podría ser la semana que viene (cuando se cumple el plazo legal) o incluso este mismo fin de semana.

En la capital,la enfermedad ha experimentado una favorable evolución en los últimos días: 458 casos activos, una cifra todavía preocupante pero que contrasta positivamente con la misma tasa que sufría cuando se prohibió entrar y salir de su término municipal. Ese 30 de octubre, la capital de La Rioja había llegado a 896 casos.

En el caso de Arnedo, la estadística de casos activos también presenta un aspecto que permite concebir esperanzas de aliviar las actuales restricciones. Según los últimos datos, todavía se registran 148 casos, un número inquietante pero lejano de sus picos de los últimos días: la ciudad llegó a escalar hasta los 197 el día 7. Desde entonces, anota unas cifras más contenidas que permiten albergar esperanzas de que lo peor de esta segunda ola haya pasado y que, en consecuencia, se levanten las medidas más extremas de confinamiento.

También ese alivio llegará a la hostelería, aunque las fuentes consultadas por Diario LA RIOJA desconocen si la reanudación de la actividad del sector se registrará a partir del lunes como estaba previsto (y por lo tanto no se prolonga la actual prohibición de clausura de bares y restaurantes) o si también se acordará adelantar unos días la vuelta al trabajo. Una reivindicación común a los negocios de toda España, pero más acusada en el caso de las localidades riojanas donde el parón ha sido total, con el notable enfado de los afectados, protestas callejeras y malas noticias en la cuenta de resultados. Incluyendo el cierre de algunos establecimientos que ya no volverán a abrir, incapaces de superar todos estos meses de prohibiciones y límites a su actividad.

Así, el Consejo de Gobierno debate las condiciones para la reapertura de la hostelería, obrando siempre con el consenso de lo que se ha negociado durante las semanas anteriores con los representantes del sector. Así, la idea que cobra fuerza es abrir permitiendo el 100% de ocupación en las terrazas, y el interior con una limitación de aforo aún no especificada. Pero habría dos novedades importantes:

- El criterio aceptado por el sector es el de «mascarilla siempre«. Es decir, que los clientes tengan que llevar siempre puesta la mascarilla excepto en el mismo momento de beber o comer, pero para ponérsela inmediatamente tras cada bocado o sorbo.

- Se estudia imponer un sistema de códigos en el acceso a cada bar, de modo que cada cliente sea identificado con un código numérico, al que se pueda acceder en el caso de haber un brote en ese bar o restaurante, para evitar que la infección se extienda. La idea está aun pendiente de una consulta jurídica.