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Sobre las 6.30 de la mañana, a la par que los operarios de la brigada municipal con apoyo de la Policía Local retiraban los bloques de hormigón que han cerrado durante una semana los accesos por carretera, caía una chaparrada en Alfaro. Hacía semanas ... que no llovía.
Parecía que el martes despertaba a algo nuevo en Alfaro. Retiradas las vallas y bloques de hormigón tras una semana de restricción de la movilidad decretada por el Gobierno de La Rioja para frenar la expansión del COVID-19, los alfareños pueden volver a salir y los visitantes a entrar por todos los puntos de carretera. Desde Tudela por la N-232 y Castejón por la LR-288 ya sin vallas y por la carretera de Corella y la N-232 desde Rincón de Soto y Calahorra sin control de la Guardia Civil para preguntar por qué entran o salen.
A eso de las 9 chispeaba otra vez. «¡Hola!», saludaba una voz muy infantil. «Hola», le respondía con alegría una adulta. «¡Voy al cole!», sonreía sin apenas levantar 6 años del suelo. Ha refrescado este martes en Alfaro. Y en la mañana suenan los ruedines de los carritos con mochilas, una banda sonora que desapareció en marzo. Otros, los mayores, iban con un cuaderno y poco más. Eso sí, con mascarilla y gel.
En este martes de nuevas cosas, los alfareños han estrenado el curso escolar. Colegios e institutos, pero no la Escuela Infantil de Primer Ciclo por no contar con personal debido a las bajas y confinamiento y la falta de contratación del personal solicitado en su plan de contingencia. Su dirección informará a las familias cuando se resuelva esta situación del personal.
En este regreso a las aulas, la Policía Local ha pedido evitar acudir en coche a los centros educativos, organizando para cada uno diversos cortes, regulación de calles y accesos delimitados para evitar aglomeraciones a la hora de entrada y salida. En esos momentos, la Policía Local recuerda a las familias que no esperen junto a otras sin guardar la distancia de seguridad; que no se permite fumar sin guardar la distancia, y menos en entornos infantiles; o que los niños no formen grupos en la calle sino que entren y salgan del centro con orden. Además, recuerda que los agentes son «muy limitados» y pide colaboración de todos los vecinos para organizar los accesos a los centros.
En este martes de recuperación de normalidades, Alfaro también retomaba la tendencia a la baja en el descuento de casos activos por COVID-19. Tras el ligero ascenso en uno de este lunes, restaba 22 a la cuenta y se queda este martes en 113.
En la recuperación de vivir con las normas frente a la pandemia del resto de La Rioja, el Ayuntamiento comienza reabrir instalaciones municipales, como el campo del fútbol de La Molineta, donde ya retomará los entrenamientos el Club Deportivo Alfaro para adentrarse en la pretemporada con la vista puesta en el inicio de liga el 17 de octubre.
Del mismo modo, el área de Deportes trabaja para reabrir entre mañana y el jueves el polideportivo municipal La Molineta. Lo hará con los pabellones deportivos a la par que los clubes interesados presenten los protocolos sanitarios específicos para el inicio de su actividad.
También las parroquias alfareñas informan de los horarios de las misas, que vuelven a abrir sus puertas a los fieles tras una semana cerradas por tener un aforo limitado a un máximo de diez personas. Incluida la celebración de la patrona alfareña el pasado martes, la Virgen del Burgo. Así, la iglesia del Burgo cuenta con un aforo de 110 personas para las misas de las 10 de la mañana de lunes a sábado y a las 20 horas de los domingos; la colegiata del Burgo cuenta con un aforo de 400 para las eucaristías de las 19.30 horas los días laborables, a las 20 horas los sábados y a las 10 y 12.30 los domingos.
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