La controvertida mudanza de 'Kantauri'

'Kantauri', impulsor del secuestro del funcionario de prisiones José Antonio Ortega Lara, se convertiría, de materializarse su traslado, en el preso quince de ETA, con lo que, si se suman los otros dos traslados en cartera, «habrá días en los que haya más presos de la banda que funcionarios», explica José Manuel Garrote, portavoz de ACAIP-UGT.

Es, señalan desde este sindicato, como meter en un mismo espacio al verdugo con quienes en su día fueron sus víctimas porque durante los 532 en los que Ortega Lara permaneció en un zulo en una nave en Mondragón sus compañeros mantuvieron un encierro permanente en la misma prisión. Así lo explica Garrote, quien reclama que rectifiquen ahora que todavía están a tiempo, sobre todo porque el considerado como uno de los mayores asesinos de la historia de la organización terrorista -ordenó matar a Miguel Ángel Blanco- se encuentra ingresado desde el pasado domingo en el hospital Virgen de la Arrixaca de Murcia, tras sufrir un infarto en la prisión de Campos del Río donde cumple condena.

Desde ACAIP-UGT no entienden, además, que la decisión del traslado la haya adoptado, dicen, Eugenio Arribas, actual subdirector de Recursos Humanos de Instituciones Penitenciarias, porque él era el director de la cárcel de Logroño cuando secuestraron a Ortega Lara. «Es una provocación y se ha adoptado con alevosía», apunta sin esconder que se sienten «totalmente vejados».

La noticia del nuevo inquilino es la puntilla, señala Garrote, para un centro 2.2, con 250 penados, en el que, en teoría, solo debería haber internos en tercer grado, pero «aquí nos traen todo lo que sobra en el resto de cárceles». A ello se suma que cobran en función del centro en el que trabajan, arrastran déficit de personal y hay varios funcionarios que rondan los 60 años.