Un control diferente según el uso público o privado

Víctor Soto

Logroño

Domingo, 4 de agosto 2024, 08:27

Las piscinas pueden ser grandes o pequeñas, profundas o apenas superficiales... Pero para su control sanitario la clave reside en si son de uso público o no. Las primeras son las que se encuentran en instalaciones cuyo objetivo es el disfrute del agua o las ... de hoteles, cámpings, centros sanitarios... Las segundas, las privadas, son las de urbanizaciones, chalés, fincas...

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De la Consejería de Salud dependen las primeras, que reciben inspecciones periódicas pra comprobar la calidad del agua, depuración, seguridad, vestuarios... Las segundas cuentan con una serie de requisitos, aunque por su carácter se escapan de ese control administrativo.Entre las exigencias para estas destaca la obligatoriedad de un equipo de depuración, control de caudales, dosificación automática de los productos químicos...

Y no es obligatorio que cuenten con un socorrista, aunque su presencia «es muy recomendable». Sí deberán contar, alrededor de la piscina, con un número adecuado de flotadores o dispositivos salvavidas (la recomendación es el mismo número de flotadores que escaleras).

Respecto a las de uso público, la presencia de un socorrista con formación es obligatoria en todos los casos salvo si se cumplen al mismo tiempo tres condiciones: una lámina de agua inferior a los 200 metros cuadrados, una profundidad que no supere los 160 centímetros y los vasos aislados para evitar caídas accidentales. Eso sí, en estos casos debe exhibirse un cartel que explique estas circunstancias.

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