Ernesto Gómez Tarragona, fotografiado el pasado jueves, en la calle Muro de la Mata de Logroño. JUAN MARÍN

«El consumo relanzará la economía: la batería de inyecciones públicas está agotada»

Ernesto Gómez Tarragona | Decano del Colegio de Economistas ·

Gómez Tarragona insta a los gobiernos a «contar con el inversor» en los planes de reconstrucción, porque lo contrario «no tiene recorrido»

Domingo, 16 de mayo 2021, 02:00

«La gran preocupación en estos momentos es presentar proyectos capaces de captar fondos comunitarios». Así lo advierte el decano de los economistas riojanos, Ernesto Gómez Tarragona, quien hace un llamamiento a los políticos y a la sociedad civil a «evitar la crispación y remar ... en la misma dirección».

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– ¿Cómo estamos económicamente?

– Los empresarios piensan que el 2020 lo han salvado, pero queda por ver qué pasa con el 2021. Y ello va a depender de la vacunación, porque gracias a ella la economía funcionará y, sobre todo, lo hará el consumo de particulares. Pero, por ahora, seguimos en un momento delicado, ya que el Estado ha quemado toda la batería de inyecciones públicas en el 2020, que es una forma indirecta de hacer crecer la economía.

S«Parece superado el debate sobre dónde instalarla; hay que tener una visión con mayor perspectiva»

CIUDAD DEL ENVASE

«Debemos optar a las 50 líneas y no centrarnos solo en nuestros cinco proyectos estrella»

FONDOS EUROPEOS

«Subir impuestos no es el camino, porque lo que ahora se necesita es favorecer el consumo»

REFORMA FISCAL

– Entonces ¿cuándo habrá una recuperación económica de manera sostenida?

– Pues dependerá mucho de que sigan activos los ERTE y de que no se conviertan en despidos, porque para que haya consumo debe haber renta disponible. Seguimos teniendo un nivel de ERTE demasiado elevado. Si se reactiva la economía, a finales de este año las cosas deberían volver a estar dentro de una normalidad, aunque no sé si en niveles previos a marzo del 2020.

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– No hay margen de maniobra, sostiene, pero el hecho es que no se han dado ayudas con el volumen de otros países.

– La hostelería y la restauración critican que las ayudas que han recibido ni de lejos han sido tan potentes como las de Europa. El problema es que el porcentaje de PIB de España de este tipo de actividades sobre el porcentaje que puede haber en otros países hace que aquí sea más difícil llegar a los importes que otros alcanzan. Y después está el tema de las ayudas nacionales, que todavía no han arrancado.

– ¿Cree que sería necesaria una comisión de expertos para testar y evaluar todos los proyectos susceptibles de beneficiarse de los fondos europeos?

– Sin ninguna duda. Nosotros hemos demandado públicamente que haya una mayor consulta, más que a los colectivos profesionales como el que yo puedo representar, a los empresariales. Si las ayudas europeas están destinadas a incentivar una mayor inversión por parte de los operadores privados, caramba, habrá que preguntar al sector privado qué le interesa, hacia dónde va el mercado y qué demanda el consumidor. Eso lo decíamos, por ejemplo, con la famosa Ciudad del Envase y Embalaje. Parece que hemos superado ya el debate de si estará en Logroño, en Calahorra o en Alfaro. El debate tiene que ir más allá, hacia qué empresas están interesadas, dónde están, cómo pueden colaborar, si cada una va a seguir en sus instalaciones actuales o tienen necesidad de trasladarse a plantas en otros lugares. Es decir, hay que contar con el inversor. Lo otro no tiene recorrido.

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– Este proyecto es uno de los grandes ejes del Plan de Transformación de La Rioja.

– Estamos muy centrados en ese asunto y tenemos que tener un poquito más de perspectiva. Los PERTE (proyectos estratégicos para la recuperación y transformación económica) están muy bien y esperemos que salgan, pero lo importante es que hay más de 50 líneas de actuación transversales en los fondos europeos, que son las que tienen que calar para que el empresario pueda identificar oportunidades, más allá de las grandes 'estrellas' que La Rioja tenga. Y ahí nos hemos equivocado. A la administración riojana le han dicho que hay que presentar los PERTE, pero la cuantía golosa va estar en lo otro, que es donde tenemos que maniobrar y ser ágiles. Al margen de eso, los cinco ejes, en la medida en la que sean transversales y tengan cabida las pymes y todo el tejido empresarial, serán buenos para La Rioja.

– ¿Qué opinión le merece el programa presentado por España?

– No tengo ni idea. El Gobierno, como todos los gobiernos, lanza globos sonda o, incluso, se desdice. Un ejemplo es eliminar la deducción por declaración conjunta del IRPF. La empresa familiar ya ha manifestado que la subida de impuestos no es el camino, porque ahora lo que necesitamos es justo lo contrario: favorecer el consumo y la creación de riqueza. En todo caso son propuestas que se han ido trabajando mucho tiempo. El ministro Escrivá, como expresidente de la AIReF, es artífice de gran parte de ellas. España ha recibido muchos toques de la Comisión Europea a cuenta del IVA, porque tenemos un tipo razonablemente homogéneo, el del 21%, pero el problema es que no tenemos la capacidad recaudatoria de otros países porque, dicen, hemos abusado de los tipos reducidos y superreducidos. Si se toca el IVA habrá que hacerlo con mucho tiento dado que afecta a las rentas bajas.

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– ¿Hay un sobregasto público innecesario?

– La percepción del ciudadano es que sí. Hace años la administración intentó funcionar con el presupuesto cero, el que hace borrón y cuenta nueva con el presupuesto anterior. Pero la administración es una maquinaria tan potente que funciona con mucha inercia. Y el presupuesto cero, que puede ser interesante, finalmente no es real. Creo que se deben internalizar políticas de eficacia y eficiencia, introduciendo todas las herramientas que hay en el sector privado con las debidas medidas de control, fundamentalmente de intervención.

– Ponga un ejemplo.

– No se trata tanto de normas sino de formas de funcionamiento. Establecer mecanismos de evaluación, preguntando a los funcionarios y a los ciudadanos. En el caso de los municipios, por ejemplo, establecer una estructura de empresa privada, de forma que hubiese un gerente que diera cuentas al pleno y al alcalde para que tomaran decisiones, tal que un consejo de administración. Puede ser un poco bárbaro, pero el ámbito municipal es paradigmático, por los servicios que presta a los ciudadanos, y podría aplicar criterios del ámbito privado.

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– Lo mejor de la gestión pública de la pandemia.

– Poner mucho dinero encima de la mesa para que las empresas no paren. El tiempo dirá si los créditos ICO fueron una decisión acertada, pero creo que fue necesaria porque el shock en la economía era terrible.

«Falta seguridad jurídica»

– ¿Y lo peor?

– Además de la lentitud de la UE, que no se haya gestionado adecuadamente el estado de las autonomías. Deben existir mecanismos que marquen las líneas para que todos los gobiernos, ante una situación tan terrorífica, tengan las mismas herramientas para poder actuar con la máxima eficacia. Y es una cuestión que seguimos teniendo encima de la mesa con el decaimiento del estado de alarma. Necesitamos más seguridad jurídica.

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– ¿Los economistas han visto cerrar muchas empresas?

– No. Esta crisis ha tenido una ventaja. Y es que veníamos de otra muy profunda y sostenida en el tiempo, en la que cayeron muchas empresas y hubo muchos concursos de acreedores. Vimos entonces a muchos empresarios afectados no sólo en el ámbito económico, porque se arruinaron, si no en el personal. En la crisis actual han contado con los ICO, que han dado mucha liquidez, pero persiste la incertidumbre y la crispación.

– Porque, según ellos mismos avisan, el problema no es de liquidez, sino de solvencia. Y, por cierto, los ICO son préstamos que se tienen que devolver.

– Claro, claro. Ellos necesitan rentabilidad. No obstante ya se está hablando de posibles condonaciones parciales de estos créditos. E, incluso, de ICO a diez años vista, a más largo plazo.

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– ¿Los políticos han estado a la altura en esta crisis?

– No, igual que muchos ciudadanos y muchos colectivos. La pregunta es qué podríamos haber hecho cada uno de nosotros. Debemos evitar la crispación y que todos estemos concienciados, y trabajemos y rememos en la misma dirección.

– Es la segunda ocasión en esta entrevista en la que habla de crispación. ¿A qué se refiere?

– A que todos estamos agotados. Todos. Es la consecuencia de la fatiga emocional generada por esta situación tan dura.

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