El consumo de antibióticos en animales, un grave problema de salud humana

España es el país de la UE en el que más antibióticos se usan en la cría de ganado, de ahí que para abordar la resistencia a los antibióticos hay que hacerlo de formar global y así lo entiende el PRAN «que intenta verlo desde una perspectiva única, el enfoque One Health», explica Carmen Torres, catedrática de Bioquímica y Biología Molecular, que además colabora con el mencionado plan.

Cualquier uso de los antibióticos tanto en humanos como en animales apropiado y conservador contribuye al desarrollo de la resistencia, pero el uso generalizado y el mal uso, la acelera. Además, las bacterias resistentes de los animales pueden llegar a los humanos bien a través del contacto directo o la dispersión medioambiental en el aire o el agua. Por tanto «hay que sentarse en la misma mesa y ver que es un problema común y que se tienen que ajustar los tratamientos y las dosis tanto en humanos como en animales», señala Torres.

En La Rioja también se producen los vertidos medioambientales que luego acaban en los humanos, aunque «están mucho más controlados». No ocurre como, por ejemplo, en India o Etiopía, donde la multirresistencia es muy elevada, entre otros factores, porque se consumen antibióticos para cualquier enfermedad y porque se produce una alta dispersión medioambiental.

A día de hoy, ante este fenómeno de bacterias que son resistentes a casi todo, se están buscando soluciones, algunas de ellas pasan por recurrir a antibióticos antiguos.