Constantia Flexibles, empresa referente en la fabricación de embalaje flexible, ha anunciado este lunes la instalación de una nueva máquina extrusora en su planta de Burgos, que tendrá en exclusiva la tarea de laminación dentro de la multinacional. Este proyecto, con el que la empresa busca crecer en los mercados de farmacia y alimentación, supondrá una inversión de 14,1 millones de euros, que se suman a otros 17 también en la fábrica burgalesa y 15 en la de Constantia Tobepal de Logroño, en los últimos seis años.
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Precisamente, la factoría riojana, con unos 250 trabajadores, también saldrá beneficiada de esta inversión «con nuevos volúmenes adicionales generados para los procesos de impresión y rebobinado», dicen portavoces de Constantia Flexibles. La decisión «protege» la continuidad de negocios y empleos en Logroño.
Ademñás, en las instalaciones de Avenida de Burgos la multinacional tiene el centro de I+D+i de la división de farmacia a nivel mundial, asegurando así su importancia y continuidad en el futuro. «La vinculación entre nuestras dos sedes españolas (Logroño y Burgos) no sólo incrementa nuestra capacidad productiva, sino que también nos posibilita ofrecer un back-up (respaldo) a nuestros clientes, facilita la colaboración y la coordinación, reforzando por lo tanto nuestra situación competitiva».
En el segundo semestre de 2026 Constantia Flexibles espera iniciar una operación que se anticipe a las previsiones de crecimiento de los próximos años, lo que conlleva necesariamente un aumento de la capacidad productiva.
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