El Consejo de la Memoria Histórica orientará a los municipios que planteen renombrar su callejero

Ante las dudas expuestas en municipios donde se plantea resignificar algunas placas con reminiscencias a la Guerra Civil, el Consejo Asesor podrá indicarles qué criterios técnicos son más oportunos, manteniendo en todo tiempo la autonomía municipal para adoptar la decisión definitiva. Una capacidad que el Consejo tiene conferida como aglutinador de una generalidad de actores, sensibilidades y frentes de conocimiento: Gobierno de La Rioja, Parlamento regional, Delegación del Gobierno, Universidad de La Rioja, La Barranca y Diócesis.

Algunas localidades ya han trasladado al Ejecutivo una petición en este sentido ante las dudas suscitadas sobre qué mecanismo emplear para modificar las nomenclaturas con reminiscencias franquistas. Es el caso del Ayuntamiento de Ezcaray, donde se valora consensuar un cambio de nombre en tres calles sobre el cual a partir de ahora podrá consultar al Consejo Asesor.

No es el único avance en la aplicación en la comunidad de la Ley de Memoria Histórica sustanciada en un plan de carácter bienal (2018-2019) que contempla una batería de objetivos estratégicos que servirán para evaluar su grado de cumplimiento al final del periodo fijado. Otro de los aspectos ya concretados es, por ejemplo, el proyecto de señalización del cementerio de La Barranca, ubicado en Lardero. También se ha materializado una de las cinco ayudas previstas para la identificación genética de restos en la persona de un vecino de Torrecilla.

El apartado de promoción del derecho de reparación de las víctimas sigue asimismo su curso con los reconocimientos concretados ya por varios ayuntamientos riojanos. Un punto, además, respaldado por el Parlamento regional a través de la proposición no de Ley impulsada el 14 de abril del 2016 por Podemos -abundando en la declaración institucional que el hemiciclo aprobó en mayo del 2006- y que el Gobierno asumió informando sobre ello por carta a cada consistorio.

El plan prevé que al final del bienio hayan completado este tipo de tributos oficiales al menos siete cabeceras y doce pueblos de más de 2.000 habitantes. Por ahora han confirmado al Gobierno la realización de algún tipo de acto con esa intención (la comunicación es voluntaria) Casalarreina, Fuenmayor, Castañares de Rioja, Entrena, Navarrete y Villamediana de Iregua, además de Calahorra, Uruñuela y Cervera.