El conflicto con Viñedos de Álava, explicado en 10 puntos

La DOP Viñedos de Álava podría amparar las primeras uvas y etiquetar las primeras botellas con la próxima cosecha 2023. Al menos, si la burocracia lo permite, esa es su intención. Estas son una serie de preguntas, con respuestas, sobre cómo están las cosas en estos momentos.

Hay que remontarse al año 2015 y a un error del Consejo Regulador de Rioja, cuando, a petición de la Asociación de Bodegas de Rioja Alavesa (ABRA) y con la mediación del propio Gobierno vasco, el pleno decidió votar en contra de que la indicación de subzona, Rioja Alavesa, pudiera reflejarse en las etiquetas al mismo tamaño que Rioja (hasta entonces era un máximo de 2/3 en la tipografía). El asunto, casi una tontería (uno o dos milímetros en la etiqueta), se rectificó después, pero aquel pleno en que se rechazó la propuesta fue la chispa que encendió la mecha.

La petición de Viñedos de Álava nació con el respaldo inicial de 40 bodegas que firmaron la solicitud inicial de DOP tras una asamblea de ABRA. Muchas de ellas se descolgaron tras la aprobación de la diferenciación por zonas, municipios y viñedos singulares por parte de Rioja, una 'paz' (2017) que la propia ABRA firmó. Luego, la propia asociación, reactivó el tema y cuando quiso cambiar su nombre por ABE (Bodegas de Euskadi) sufrió bajas notables entre sus asociados, que se han vuelto a producir también este mismo año. Como en aquella primera oleada de bajas, son algunas de las bodegas con mayor vocación exportadora, y volumen, las que se han marchado.

De momento son cinco las impulsoras, todas ellas de la directiva de ABRA (Solar de Ayala, El Mozo Wines, Frías del Val, Laukote y Maisulan), que son, precisamente, las que han constituido el Consejo Regulador provisional para poner en marcha la DOP, aunque en el futuro próximo la idea es convocar elecciones. Por ahora, tampoco son necesarias más bodegas para los trámites, así que mejor esperar antes de concluir nada.

No. No lo será hasta que se inscriba en los registros comunitarios por la Comisión Europea y, tal y como aclaró el responsable comunitario de los registros en Logroño, Joao Onofre, no es posible el reconocimiento si el Estado miembro está en contra. Evidentemente, España lo está, por lo que el recorrido de la DOP, a largo plazo, sería nulo.

Porque así lo ha decidido el Gobierno vasco a petición de las cinco bodegas de ABRA. La tramitación para el reconocimiento de una DOP es largo, pero prevé que, mientras tanto, se pueda publicar lo que se denomina Protección Nacional Transitoria (PNT), que permite poner en marcha la denominación de origen protegida a nivel interno (estatal), con su consejo regulador, y el permiso para comercializar vinos en el ámbito doméstico. En ese proceso se está ahora y el Gobierno vasco, que se escuda en que tiene la obligación de tramitar una petición así, aunque no la comparta, lo cierto es que flaco favor ha hecho a Rioja y más sabiendo que, si el Gobierno de España no cambia de postura, no tiene recorrido en Europa.

Una vez constituido el Consejo Regulador, los impulsores deben crear un registro de viñedos y de bodegas para que, aquellos interesados, puedan registrarse. Se va contra reloj, pero se pretende que a partir de esta misma vendimia 2023 puedan haber ya vinos amparados por 'Viñedos de Álava'.

Los promotores aseguran que sí. Que hay muchas consultas y, lo cierto, es que el momento, para ellos, es el ideal. La crisis de existencias de Rioja prevé otra cosecha con limitaciones de producción. 'Viñedos de Álava' nace 'limpio' de vino y, según su propuesta de pliego de condiciones, con producciones amparadas de 6.000 kilos por uva tinta y 8.000 de blanca, más, sobre todo en el caso de las tintas, de lo que probablemente se fije para Rioja esta vendimia. Además, la campaña de 'marketing', con todo lo escrito sobre la ruptura, ya la tienen hecha, así que tendrán impulso de partida para vender botellas. De todas formas, la iniciativa sigue sin convencer a la mayoría de bodegas de Rioja Alavesa y, especialmente, a la exportadoras.

Aunque el borrador de pliego de Viñedos de Álava permite elaborar Rioja, o el vino que sea, y el amparado por su DOP en una misma instalación, el pliego de condiciones de Rioja exige instalaciones separadas. Es decir, no es cierto que Rioja se haya blindado o se lo haya puesto difícil a las bodegas alavesas exigiendo una doble instalación. Así está regulado desde 1991, con lo que quien quiera hacer Rioja y Viñedos de Álava a la vez tendrá que tener dos bodegas.

El Consejo Regulador ha pedido al Ministerio modificar el pliego para que con uvas inscritas en Rioja sólo se pueda elaborar vino de Rioja. Si se aprueba, como parece, quien inscriba una parcela en Viñedos de Álava no podría volver a Rioja sin dejar al menos una campaña en blanco. El problema es que, los plazos para la reforma del pliego, van más que justos y el ministro Luis Planas, hasta ahora, no ha garantizado que pueda aplicarse ya para esta vendimia.

La zona de producción de Álava son los 15 municipios alaveses, es decir, exactamente la misma, que la zona de Rioja Alavesa de la DOCa Rioja. Cualquier viticultor y cualquier bodega de estos 15 municipios podría apuntarse, total o parcialmente, siempre que cumpla el pliego de condiciones. De dicho reglamento se conoce un borrador y, también se anunció que se pretendía limitar el acceso a las bodegas compradoras de uva, es decir, que sólo aquellos que produzcan el 85% de la uva que embotellan puedan pertenecer a la DOP. Algo que, por cierto, no es fácil de justificar legalmente.

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