«Confío en que Pedro Sánchez se posicione en contra de una Venezuela sin respeto a los Derechos Humanos»

- Su visita a La Rioja tiene como cometido principal reunirse con compatriotas venezolanos exiliados e interesarse por sus problemas. ¿Es un modo de transmitirles su apoyo personal y, sobretodo, por lo ud. representa como eurodiputado?

-Sin duda. La última vez que estuve aquí lo hice también. Vengo a saber de sus problemas y a tratar de resolverlos desde nuestras posiciones. Pero también a hacer constar la solidaridad que ellos mantienen hacia los que se han quedado en Venezuela. Nuestro país está sufriendo una tragedia muy difícil de comprender. En estos momentos, uno de cada siete venezolanos vive fuera de su país y según, estima Naciones Unidas, a finales de este año, serán uno de cada tres; es una tragedia. Hoy somos más de cinco millones los venezolanos que ya estamos fuera; pronto serán ocho millones. Cada día, cerca de 3.000 personas salen por el puente de la frontera con Colombia y de ellos 1.000 ya no regresan. Otros 2.000 lo hacen después de hacer compras. Es un país que no tiene la posibilidad de servirles alimentos, medicinas, dar seguridad, libertad… Tenemos una economía completamente destruida y una producción nacional que cae a razón del 20% cada año. No hay algo que es esencial para cualquier sociedad como es la esperanza y si no hay esperanza, no se tiene futuro así que la gente hace sus maletas y busca su futuro fuera de las fronteras de Venezuela.

-Es la segunda ocasión en la que recala en La Rioja por motivos parecidos, ¿qué es lo que a ud. le llama más la atención de esta tierra?

-Es maravillosa. Es cierto, es la segunda vez que vengo por cuestiones políticas y es una tierra que me encanta. Tuve la fortuna de nuevo de admirar algo que muchos que viven aquí no tienen en cuenta como el privilegio que supone: estar caminando cerca de la medianoche libremente, tranquilamente, con sus familias, por las plazas, por las calles, sin temor alguno a que nada suceda... Es una maravilla.

-En cuanto a Venezuela, ud. se confiesa pesimista. ¿No cree que pueda mejorar la situación? ¿Qué cree que tendría que ocurrir para que así fuera?

-En este momento, no hay razones para pensar que, al menos en el corto plazo, haya algo que pueda cambiar si no cambian las condiciones. Es curioso porque se podría cambiar relativamente rápido siempre que volvamos a una ruta democrática, siempre que el país vuelva a ser reconocido internacionalmente. Lo que ocurre ahora es que nadie, ninguna sociedad democrática y moderna reconoce a Venezuela. ¿Quienes son los aliados de Venezuela? Son todos muy particulares: Rusia, China, Cuba, Nicaragua, Irán, Corea del Norte... Lo único que los une con un denominador común es que ninguno respeta los Derechos Humanos. Todos están cuestionados por ello. Eso nos dice que, lamentablemente, estamos en un rumbo equivocado. Habría que retomarlo volviendo a la democracia.

-Busca ahora que la Eurocámara apruebe sanciones contra la junta directiva de la Asamblea Nacional, presidida por Luis Parra. ¿En qué punto se encuentra dicha petición?

-La semana que viene tenemos reunión en Estrasburgo, en el Parlamento Europeo, con el Alto representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad. Josep Borrell ya ha dado unas declaraciones que nos permiten ver que sí van a solicitarse tales sanciones. Ciertamente, creo que vamos a contar con mayoría suficiente para sacar adelante una resolución que así lo respalde y creo que su voluntad es llevar a cabo ésto. Es inaudito lo que se trató de hacer con el Poder Legislativo venezolano; el único poder legítimo en este momento. Lo integran los diputados que fueron electos en 2015 aunque lamentablemente no fuera respetado su resultado. El 75% mostró su oposición a Maduro. El problema es que él inició entonces una serie de acciones como nombrar de forma ilícita a un Tribunal Supremo de Justicia, su intento de crear una Asamblea paralela llamada 'Constituyente' y, por último también, 'cercando' el Legislativo y tratando de impedir su ingreso en él a los diputados legítimos para que los que estaban reunidos, que eran una minoría (nunca se certificó ni el quórum ni los votos) sacaran adelante una autoproclamada directiva presidida por Luis Parra que es verdaderamente un hombre innombrable. Él ha sido expulsado de su propio partido por un comportamiento inmoral, por corrupción, por mal uso de los fondos. Lamentablemente todavía pretenden controlar y engañar al público tanto nacional como internacional con este nombramiento.

-¿Qué supone para Venezuela contar con voz propia en el Parlamento Europeo por medio de ud?

-Es un privilegio porque ser eurodiputado no sólo da voz a Venezuela en Europa, sino a América Latina. Yo he podido no sólo hablar de la tragedia que sufren los venezolanos, sino también de la tremenda tragedia que padecen los cubanos desde hace más de medio siglo, de la amenaza que se cierne sobre los nicaragüenses que también están sometidos a la pérdida de derechos humanos así como de los hechos convulsos que han sucedido en los últimos meses en países como Chile, Bolivia, Ecuador… Yo diría que, ahora mismo, todo el continente está sometido a una presión que obedece a un plan conocido como el 'Foro de Sao Paulo' que está siendo convocado otra vez por Maduro para reunirse de nuevo en Venezuela con el único propósito de desestabilizar a las democracias latinoamericanas para sustituirlas por regímenes totalmente totalitarios de corte marxista comunista.

-Cuando se refiere a Maduro trata siempre de advertir de que su intención es establecer el ´régimen del terror'. ¿A qué se refiere, exactamente?

-Cuando la gente no tiene libertad y seguridad no hay otra cosa que el terror. Es algo que se manifiesta de muchas formas y que llega a afectar a la pérdida de la seguridad alimentaria, de la seguridad medicinal, del futuro de tus hijos... Supone la pérdida total de la esperanza. Ese es el 'régimen del terror' que busca Maduro.

-¿Cómo se encuentra su hijo?

-Mi hijo, Leopoldo, está a resguardo en la residencia del Embajador del Reino de España. Afortunadamente, es un territorio respetado; es como si se encontrara en España. Allí nos se le puede ir a buscar como se le fue a buscar a su casa, sin ninguna orden judicial, para volver a llevárselo a la cárcel. Tiene el libre uso de los sistemas de comunicación: teléfono, ordenador e Internet y cuenta también con el respaldo y la solidaridad de toda España que le llega a través del embajador. Dentro de todo, tiene más tranquilidad, a pesar de las muchas limitaciones.

-Supongo que está al día de los acontecimiento en torno a la conformación del nuevo Gobierno de España. ¿Qué le parece el rumbo que está tomando la actualidad política española?

-Lo veo como todos los españoles. Tengo mucha esperanza en que el nuevo gobierno sea realmente un intérprete de las necesidades país. Espero que no se vayan por la vía ideológica que mantienen algunos socios que son un poco 'tóxicos' y nos lleven a una situación que ya hemos probado en el pasado y que desembocó en endeudamiento insostenible, pérdida de estabilidad y de reconocimiento internacional. Yo creo que el gobierno español que nos ofrecen tiene, al menos, caras que son muy técnicas y muy bien preparadas, lo cual nos da cierta esperanza. Tengo que destacar que, particularmente, el señor Sánchez, hace un año, cuando terminó la reunión de la Internacional Socialista en la República Dominicana, donde él era vicepresidente, concluyó con un discurso condenatorio total y absoluto hacia el gobierno de Maduro. Él pidió un gobierno que asegurara libertades y dijo que no puede haber algo más alejado de los principios del socialismo que la falta de respeto a los derechos humanos'. Si Pedro Sánchez es realmente un creyente en estos credos, confío yo que el gobierno de España estará llevado por la democracia, en todos los sentidos; que Pedro Sánchez se posicione en contra de una Venezuela sin respeto a los Derechos Humanos.