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L.R.
Domingo, 5 de mayo 2019, 21:30
Conducir por una rotonda o glorieta parece haberse convertido en la gran asignatura pendiente de los conductores. No son pocos los incidentes que se producen diariamente en nuestras calles y carreteras fruto del desconocimiento (y también de la mala praxis). Algunas de ellas soportan una ... elevada densidad de tráfico y se convierten en puntos conflictivos de nuestras vías, como puede ser la logroñesa rotonda de salida de la calle Chile a la circunvalación de la capital riojana, donde son frecuentes los incidentes (normalmente sin mucha transcendencia porque la velocidad no es grande).
La Dirección General de Tráfico, en el último de su boletines, despeja algunas dudas de cómo conducir en estas rotondas o glorietas:
Lo primero que debe tenerse en cuenta es que se rompe la regla general de que la prioridad corresponde a los que circulan por la derecha para pasar a tenerla los que circulan dentro de la ronda, sobre los que circulan por fuera.
El acceso a una rotonda está advertido por la señalización vertical y además, antes de acceder a ella nos encontraremos con una señalización tanto vertical como horizontal de ceda el paso. A la hora de elegir el carril por el que se va a circular dentro de la rotonda, se debe aplicar el sentido común. Si se van a superar varias salidas sin utilizarlas lo más lógico es que se circule por el carril o carriles interiores, y de esa forma hacemos más fácil la incorporación de nuevos vehículos a la glorieta, pero teniendo en cuenta que antes de llegar a nuestra salida habremos de ubicarnos en el carril exterior.
En la circulación dentro de la rotonda nos podremos ayudar de los intermitentes. No obstante, no conviene señalizar con el intermitente la entrada a la glorieta porque se podría interpretar que se va a coger la primera salida. De la misma forma, tampoco resulta conveniente mantener puesto el intermitente izquierdo para señalizar que se va a seguir por el carril interior. Sólo deben utilizarse para señalizar los cambios de carril.
Una vez dentro de la rotonda se debe conducir como en una carretera recta cualquiera, es decir, la prioridad la tiene el que ya ocupa el carril respecto al que trata de acceder a él.
Para salir de la glorieta o rotonda , es necesario primero acceder al carril exterior y luego salir (en ambos casos hay que indicar la maniobra con el intermitente). A la hora de abandonar la rotonda, se debe señalizar la salida pero el intermitente no se pondrá hasta haber superado el eje longitudinal de la anterior salida. salvo que haya unas marcas en la calzada que así lo señalicen, nunca se podrá salir de la rotonda desde los carriles interiores (y mucho menos pararse en medio para esperar a que haya un hueco para cruzarse). Si no es posible ese cambio de carril será necesario dar otra vuelta completa a la rotonda para ganar el carril exterior antes de salir.
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