Campaña promocional, a la entrada de Logroño, que ofrecía un trago de vino a los visitantes. TEO (ARCHIVO CASA DE LA IMAGEN)

Si conduces, bebe Rioja

Un coche es detenido a la entrada de Logroño. Para sorpresa de sus ocupantes, dos jóvenes vestidas de vendimiadoras les obsequian con un vino con motivo del Día del Turismo. Era 1969

BENJAMÍN BLANCO ROCANDIO

Domingo, 9 de agosto 2020, 13:42

Si Steve Wonder pudiera ver esta imagen –tomada por Teo y perteneciente al archivo de la Casa de la Imagen– no daría crédito. Él, que hizo famosa la frase 'Si bebes, no conduzcas' en 1985, vería como en Logroño con motivo del Día del Turismo ... del año 1969 se agasajaba a los visitantes con un trago de Rioja. Claro, que beber, o ir bebido, al volante no empezó a estar multado hasta 1979, cuando se pusieron en marcha los primeros controles de alcoholemia.

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Los tiempos han cambiado y el sentido de la prudencia, ejem, también. Imaginen a esos viajeros que vienen de Cenicero (así reza el cartel en el que se supone es un transporte público) y se encuentran a puerta gayola a cuatro individuos –un joven identificado como miliciano-scout, el talludito con su brazalete institucional y las mozas con el traje folclórico– junto a dos barricas de Franco-Españolas, unos porrones y unos folletos promocionales que se pueden identificar en una mesa entre ambos toneles.

Como estrategia de marketing no sabemos cómo funcionaría, pero la puesta en escena es la propia de la autarquía franquista.

No sabemos a cuánto estaba el litro de vino, pero el coste de la campaña poco tendría que ver con las actuales

El Mercedes 180D, más conocido como 'Pontón', enfilaba la entrada a Logroño por la calle Marqués de Murrieta, como se puede colegir al ver las vallas de la antigua Beneficencia y, al fondo, los talleres de Carrocerías Heredia, todo un símbolo de la automoción en la capital riojana.

De sus talleres, que ocupaban un amplio espacio en la zona, salían autocares urbanos e interurbanos sobre autobastidores Pegaso. Los talleres Heredia eran, nada más y nada menos, que proveedores de la Empresa Municipal de Transportes de Madrid. Los mismos Pegaso que aquellos dos azules que recorrían antiguamente la dos únicas líneas de autobuses de Logroño, las que unían Yagüe con Varea y El Espolón con la Estrella.

La austeridad de la campaña encaja con el entorno en el que se produce el acto promocional: aceras sin adoquines, pero con piedras, la vestimenta de los secundarios o la presencia en segundo plano de un Seat 1500. No sabemos a cuánto estaría el litro de vino en ese año, pero el desembolso de la campaña no tuvo, seguro, nada que ver con los millones que mueve ahora el Gobierno de La Rioja para atraer visitantes. Mucho lustre y mucho eslogan –que si 'Reserva para volver, reserva La Rioja', que sí 'La Rioja apetece', que si 'Cerca de ti'....–, pero sin la carga de entusiasmo que se les supone al cuarteto protagonista de la foto por hacer llegar al paladar de los conductores las virtudes de nuestro vinos. ¡Qué tiempos bebimos!

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