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DIEGO MARÍN A.
Domingo, 17 de marzo 2019, 12:57
La historia del centro educativo Compañía de María de Logroño, más conocido como La Enseñanza, ha discurrido en paralelo a la trayectoria de Diario LA ... RIOJA, pues ambas instituciones cumplen 130 años en este 2019. Fue el 12 de octubre de 1889 cuando abrió por primera vez sus puertas -después de que la primera piedra la colocase el entonces alcalde logroñés José Rodríguez Paterna, el 1 de enero de 1888- y en el primer curso contó con 220 alumnas. Felisa García Baquero fue la primera madre superiora.
Todo transcurrió con normalidad hasta 1936, cuando un incendio arrasó con la casa colegio que habían fundado las religiosas de Tudela aquí trasladadas, por iniciativa de una joven de Manjarrés. Apenas se salvó, quedando en ruinas, la iglesia. Hasta entonces los estudios que se impartían eran los básicos, «las alumnas recibían una amplia formación científica y literaria y adquirían al mismo tiempo conocimientos artísticos muy en consonancia con la vida social y familiar de aquella época», informa el propio centro. Después, para cursar el Bachillerato, las estudiantes debían trasladarse a un instituto, igual que ahora.
En 1944 se inaugura el nuevo complejo educativo diseñado por el arquitecto Agapito del Valle. Primero se impartió Educación Primaria, pero sucesivamente se fueron incorporando otras líneas educativas, como la escuela nocturna, educación especial, Bachillerato y COU, y fue nombrado, de 1970 a 1972, 'colegio piloto' para empezar a impartir la Educación General Básica. A modo de curiosidad, en la década de los 70 también se daban clases de Mecanografía, Taquigrafía, Cálculo, Religión, Prácticas de Oficina e Inglés. En 1978, cabe subrayar, «tuvimos un aula que, se dice, fue la primera en Logroño en atender a niños con discapacidad cuando empezó la EGB», declara el director del centro, Félix Ruiz Muñoz.
El número de alumnas fue creciendo exponencialmente cada año. Si en el segundo curso, en 1890, ya sumó 430, a finales de los 70 alcanzaba las 760, y en 1986, 775. Ahora, exactamente, y según informa Félix Ruiz Muñoz, La Enseñanza cuenta con 1.008 alumnos, más 63 profesores (incluida una religiosa) y diez miembros del personal de administración y servicios. Poco a poco el centro ha ido creciendo también en instalaciones. En 1980 inauguró el nuevo edificio destinado a Educación Infantil y Primaria, con acceso desde el parque de la Constitución.
Ya en el curso 2000-01 la Compañía de María se alía con otras cuatro congregaciones religiosas que imparten docencia en Logroño (Maristas, Marianistas, Escolapios y Escolapias) para fundar un nuevo centro de Bachillerato, el denominado Santa María, ubicado a las afueras de Logroño, en el término municipal de Villamediana, y a donde pueden acudir a finalizar sus estudios secundarios los alumnos de estos citados colegios.
Otra anécdota: el curso 2016-17 fue el último en el que el popular uniforme de falda escocesa fue obligatorio en La Enseñanza después de 40 años, estrenando uno nuevo al año siguiente. En la actualidad, Compañía de María cuenta con tres líneas educativas: Educación Infantil, Primaria y Secundaria. Una vez más, el complejo educativo se ha quedado pequeño y desde su dirección ya se plantea una nueva obra que permita ampliar las instalaciones. «El último edificio que construimos fue el de Infantil, pero ya no cabemos, estamos hasta arriba, así que tenemos que acometer obras para poder tener más espacio, en concreto necesitamos tres nuevas aulas para el primer ciclo de Infantil», explica Félix Ruiz Muñoz.
Por esas aulas han pasado muchas niñas, hoy mujeres. Y algunas tan célebres como Carmen Lomana, quien residió en Logroño trece años de su infancia, cuando su padre dirigía la sucursal del banco Santander del Espolón. Con motivo de la presentación en la capital riojana de su libro 'Los diez mandamientos de la mujer 11' (2010), Lomana recordó su vida colegial: «Me acuerdo de la castañera, del uniforme de La Enseñanza, del chófer de mi padre al que le pedía que me llevara en moto en lugar de en coche, que me divertía más...»; y, también: «Tonta no soy, en La Enseñanza de Logroño me enseñaron muy bien».
Otra ilustre -sin ánimo de comparar- fue Susana Unamuno, hermana del filósofo y escritor Miguel de Unamuno. «Fue monja y él venía mucho a visitarla todos los años unos quince días en el mes de agosto, de manera que, incluso, publicaba artículos en el periódico. En el colegio conservamos algunas cartas que se escribieron los hermanos», explica el director de La Enseñanza.
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