La Declaración de Logroño reclama a la UE políticas en favor del mundo rural

El Comité de las Regiones sostiene que, sin asegurar un futuro para las áreas rurales, no será posible mantener un correcto desarrollo de la UE. Entre otras propuestas, conmina a las autoridades europeas a abordar políticas que vuelvan «atractivo para los jóvenes» el medio rural y que protejan la calidad de vida de aquellos que deciden instalarse en el campo. Del mismo modo, solicita la idea de dedicar un año a la «Europa rural».

De esta manera concluyó ayer la reunión de la Mesa del Comité de las Regiones, convocada en Logroño con el objetivo de analizar las medidas que permitan atender un reto al que se enfrentan muchas de las entidades subnacionales de la Unión: el invierno demográfico y la necesidad de insuflar nueva vida al mundo rural.

Antes del encuentro, el consejero de Administraciones Públicas del Gobierno de La Rioja, Alfonso Domínguez, y el alcalde de Varsovia (Polonia), Rafal Trzaskowski, expusieron los pormenores de la reunión. Ambos han subrayado la necesidad imperiosa de garantizar un futuro para el mundo rural europeo. «Necesitamos que las áreas rurales cuenten con mayor financiación para afrontar los retos que tienen por delante», señaló Trazskowski, que se mostró especialmente preocupado por el cambio climático y su impacto en el campo europeo. Rafal Trzaskowski llegó a cifrar esa cantidad en 40.000 millones de euros. El alcalde de Varsovia también destacó la necesidad de asegurarse de que las políticas que se decidan en Bruselas sean de aplicación no solo en las ciudades, sino en las áreas rurales.

El consejero Alfonso Domínguez coincidió con el representante polaco y reclamó que las decisiones de la UE no se tomen «contra quienes se dedican a la agricultura y a la ganadería, sino de acuerdo con los agricultores y los ganaderos». Del mismo modo, enfatizó la importancia de abordar cuestiones como la conectividad, la energía y la financiación para asegurar la pervivencia de las áreas rurales. Domínguez pidió «una estrategia de sostenibiliad a largo plazo» para que las políticas surtan efecto. El consejero riojano se congratuló de que la comunidad autónoma haya albergado esta conferencia: «La Rioja es la comunidad autónoma más pequeña de España y la que mayor porcentaje de pueblos pequeños tiene. Por eso es tan importante para nosotros lo que se discute hoy aquí», remarcó.

Al comenzar el primero de los paneles matinales, el alcalde de Logroño, Conrado Escobar, dio la bienvenida a los asistentes en tres idiomas –inglés, portugués y francés– y subrayó que el futuro de la UE no se entiende «sin sus ciudades y sus regiones; las instancias que están más cerca de la Europa real, de la Europa de sus ciudadanos». «Estamos ante una excelente oportunidad para demostrar la cooperación, la cohesión y la coordinación», valoró el alcalde anfitrión.

Las intervenciones de los delegados demostraron que, más allá de la latitud y del clima, las zonas rurales europeas comparten los mismos problemas. En Finlandia, Eslovaquia o Italia se dan situaciones parecidas a las que sufren los agricultores de Aldeanueva o los ganaderos cameranos. Al concluir el debate, Christophe Rouillon, alcalde de Coulaines y consejero del departamento del Sarthe (Francia), acertó a definir la situación: «Estamos viendo cómo se incrementa la brecha entre las zonas rurales y urbanas. Por eso está creciendo el euroescepticismo en las zonas agrarias, que se sienten las perdedoras de la globalización. Esta declaración nos llevará a una Europa más solidaria y más fuerte».

Más allá de las grandes palabras, la falta de infraestructuras fue una de las demandas más repetidas por los delegados asistentes. La consejera de Políticas Sociales y Juventud de la Xunta de Galicia, Fabiola Martínez, insistió en la necesidad de atraer y de retener a los jóvenes en el campo: «Necesitamos impuestos cero en el rural, pero también guarderías gratuitas y centros de mayores». La eurodiputada Mazaly Aguilar insitió en la necesidad de infraestructuras: «Al final, el problema es que en las zonas rurales no hay colegios, no hay banda ancha, no hay hospitales». Esa una realidad que planea sobre toda Europa y que necesita inversiones urgentes. «Lo importante –señaló el danés Caster Petersen– es apoyar a los jóvenes que quieran asentarse en zonas rurales y que tengan acceso a guarderías y centros de trabajo».